jueves, 15 de octubre de 2009

Coger no es amor

Esta eliminatoria fue un polvo horrible, esos que en el durante ya querés que se termine. Empezaste como una noche ganadora, tres tiros, tres teléfonos. Nueve de nueve jugados con el Coco.

Ya embalado, con cierta soberbia, te la tirás de grande, cuando en realidad estás creciendo y te cortan la cara. Post-expulsión de Tevez en Colombia, chau invicto y tu autoestima cae.

Seguís tirando, sin convicción, sólo lográs sacarle unas palabras a una mina (empatás con Ecuador y Paraguay de local y con Brasil y Perú de visitante, le ganás a Uruguay en Buenos Aires). Finalmente das lástima y te rebajan como nunca: Lastimosa derrota en Chile.

Decidís cambiar y cambiás (se va Basile), jugás fuerte, a todo o nada (Maradona). Crees encontrar la solución y te la tirás de langa. A la primera chica que encarás, quedás en encontrarte en un rato en su departamento. Le metés cuatro a Venezuela. Parecía un polvo seguro. Vas por más, pero la vas de ganador seguro. Sin embargo, con altura, te dicen “seguí participando” y se te ríen en la cara. Bolivia te humilla, 6 a 1.

Ya perdiste la brújula, estás a mitad de la noche y empezás a dudar. En el próximo encare, robás un beso pero no daba para esperanzarse. Le ganás a Colombia jugando horrible. Pero ahí nomás, si bien levantás la performance, Ecuador te vuelve al pozo.

Son las cuatro de la madrugada, y en la pista ves las mejores minas de la noche, podés ganar y también podés perder. Hacés mucho ruido y volvés sin nada, en crisis. Perdés con Brasil en Rosario y con Paraguay de visitante.

En un rato se hace de día, pero corrés el riesgo de quedarte sin luz. Todo está mal. Das lástima, te rebajás, le tirás a cualquier cosa: lindas, feas, flacas, gordas. Decís cualquiera. Convocás desaforadamente jugadores, no tenés identidad, no tenés idea ni coherencia.

Una mina te da bola, le das un par de besos, pero al último parece escaparse… Cuando se iba, te la jugás y la manoteas del brazo. Palermo te salva cuando se iba todo al carajo con Perú, el peor de la eliminatoria.

A duras penas, logras llevarla a un telo. No te gusta, pero estás jugado. A veces parece que no se te para, pero querés acabar como sea, querés “ganar como sea”. Cerrás los ojos, te concentras y en un instante lo logras, llegás. En un catenaccio efectivo pero vergonzoso para el fútbol argentino, neutralizás a Uruguay y en un instante, un rebote le cae a Bollati que la toca suave, donde no llegaba el arquero. Bollati no tiene nada que ver con vos y esta historia, pero bienvenido sea un poco de belleza. Es esa mina linda que sin darte mucha bola, te guiña el ojo, te da esperanza.

Acabaste, la mirás y sólo querés una cosa, que desaparezca, es espantosa y desagradable. Fue sólo un polvo, clasificaste. Como dice el Ruso Verea, hace treinta años que nos vienen metiendo en la cabeza que sólo importa el resultado, el mismo que estaba con la capucha desde el túnel es el abanderado.

Clasificaste, dando lástima, y ahora pedís que te la chupen (vergüenza ajena).

Coger no es amor.

3 comentarios:

  1. vieja, me parecio exelente! lo mejor que lei de la seleccion! posta que escribis muy groso!

    te mando un abrazo!!
    Andres

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  2. grosso, che, grosso!!!

    agregame al facebook así nos intercambiamos cosas... también escribo... te volás, en serio!

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  3. fllozano1@hotmail.com, para que me encuentres más rápido... no debo ser el único Fernando Lozano! jajajajajajaja

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