martes, 28 de abril de 2009

Rebelión en la granja

Antes de morir, Mayor, el viejo cerdo de Rebelión en la grande de George Orwell, les explicó al resto de los animales sus deseos revolucionarios.

Snowball y Napoleón fueron los que más impacto tuvieron de las palabras de Mayor y llevaron adelante la revolución en la granja Manor.

Hace ya unas semanas que el dengue causa estragos en una argentina fragmentada. Tener certeza de la real incidencia del mosquito es sumamente difícil, ya que los intereses políticos en plena campaña electoral y la anuencia hacia un lado o el otro de los medios de comunicación, generó más humo que el que se utiliza para combatir al dengue.

La cuestión es que el diminuto insecto está haciendo estragos, la lista de infectados se agrada geométricamente y lo mismo sucede con las víctimas fatales.

Ayer los medios incorporaron un nuevo tema a la agenda noticiosa: la gripe porcina generó psicosis en todo el mundo.

El resfrío de los chanchos contagió a humanos en México y el mundo globalizado en el que vivimos está alterado. Hipótesis de todo tipo. Cancelaciones de vuelos y hasta predicciones catastróficas ganan la escena.

Me pregunto si chanchos y mosquitos habrán tomado las banderas rojas y negras y salieron a conquistar la granja.

martes, 21 de abril de 2009

Hay ilusión para los paladares negros

“A los que viven el fútbol desde la ilusión y sólo piensan en el resultado cuando termina el partido”. Prólogo de La Intimidad del fútbol, de Ángel Cappa.

El año está difícil para el paladar negro del fútbol. Riquelme renunció a la selección. River mete en su campo a 9 de sus 11 jugadores en la cancha de Boca. San Lorenzo, uno de los mejores planteles de la Argentina está en crisis y eso se traduce en la cancha. Independiente parece que dejó de creer que jugar bien es el camino para ganar.

Venía difícil el año para el paladar negro del fútbol. Sin embargo, siempre una ilusión mantiene la llama del juego corto asociado en busca de orgasmo, el gol.

La luz se hizo en Parque Patricios. Un guerrero ideológico llevó su humilde llama hasta Huracán y en pocas fechas logró lo impensado: QUE LINDO JUEGA EL EQUIPO DE CAPPA.

No tiene ni una figura rutilante cuando uno lee la formación, pero cuando comienza a rodas el esférico, entre De Federico y Pastore, el apoyo de Bolatti y los “laterales brasileros” Araujo y Arano, logran el climax futbolístico. Pases corto, para un lado, para el otro. Una gambeta, se abre un espacio, pase en profundidad, pase por caja.

Huracán gana y pierde, pero cada vez que entra a la cancha llena los ojos de propios y extraños. Pero está ganando más de lo que está perdiendo: EL RESULTADO ESTÁ SIENDO UNA CONSECUENCIA DE SU JUEGO.

En un campeonato donde se dio que un equipo ganó sin patear siquiera una vez al arco (Central le ganó a San Martín de Tucumán sin patear una vez al arco, gracias a un gol en contra, de rebote), ver a Huracán llena el corazón, roba suspiros.

Ante esa loca manía de pedir resultados sin brindar plazos ni medios, Ángel Cappa nos regala un lugarcito para la ilusión. Seguir a Lanús y San Martín de Tucumán, que con proyectos de largo plazo han alcanzado momentos de alto vuelo futbolísticos.

En este año difícil para el paladar negro, QUE LINDO JUEGA HURACÁN.

lunes, 6 de abril de 2009

Poder Eterno

Hoy no es un día cualquiera para Julio Grondona. 30 años atrás iniciaba la construcción de poder más eternizadora del país. Un 6 de abril de 1979, el ferretero de Sarandí tomaba la conducción de la Asociación del Fútbol Argentino.

Justo a pocos días del fallecimiento de Alfonsín, donde la palabra Democracia sonó como hacía mucho no lo hacía, con un sinnúmero de análisis sobre su importancia (algunos profundos, otros oportunistas, muchos de modé). Retomo, justo a pocos días de la muerte del ex presidente, Grondona cumple 30 años en la AFA.

Recuerdo los debates en torno a la reforma constitucional que promovió Menem en 1994, para poder ser reelecto, y una frase me retumba: “El poder corrompe”. De allí la justificación que un presidente no pueda presentarse eternamente como candidato. Luego del Pacto de Olivos, sólo dos períodos y a casa.

Vuelvo a los 30 años de Grondona. ¿No es momento de que la democracia de un paso más adelante y toda la sociedad se democratice y junto con ella, todas sus instituciones?

A la hora de hablar de la democracia, todos se prueban el traje, pero a ciencia cierta, los únicos que tienen limitada constitucionalmente la reelección son el presidente y algunos gobernadores. Me pregunto si acaso la eternización en la AFA, en un Sindicato, en una banca del Congreso no corrompen, siguiendo la justificación del límite a la reelección presidencial.

Grondona, 30 años en la AFA. Moyano, 20 al frente del gremio de Camioneros. Manuel Quindimil, un par de meses antes de su muerte perdió la Intendencia de Lanús luego de 24 años (83 – 07). Gerardo Martínez conduce la UOCRA desde 1990. Los hermanos Rodríguez Saa gobiernan San Luis desde la apertura democrática. Gildo Insfrán es gobernador de Formosa desde 1995.

Son algunos ejemplos. En contrapartida, Misiones le impidió hace 2 años al entonces gobernador Carlos Rovira modificar la constitución para lograr la reelección indefinida. El triunfo del NO en el plebiscito impulsado por el mismo Rovira es una señal positiva.

Mucha sanata sobre la democracia se escuchó con la muerte de Alfonsín. Para que las palabras tengan fundamento, los hechos deben avalarlos. El aniversario 30 de Grondona frente a la AFA puede convertirse en una buena oportunidad para reflexionar sobre los nuevos desafíos de la joven democracia argentina.

miércoles, 1 de abril de 2009

Grandeza en perspectiva histórica


Desde hace un día tengo en mi mente la página en blanco. Llueven ideas para llenarla. Contengo el impulso. Murió Alfonsín, no es menor.

Confieso que la primera impresión que me viene del ex presidente son sus últimas decisiones, por ende, una imagen lejos de la grandeza de principios de los ochenta.

Al enterarme de la muerte, tuve el impulso de cuestionar su investidura con el Pacto de Olivos y el acuerdo con Duhalde en 2002 para reguardar la vieja política. Pero no, me contuve, me di cuenta que era un impulso. Debía analizar su grandeza en perspectiva.

¡La puta, este tipo fue grande! Quizás por eso le achaque aún más sus errores. A los mejores, siempre se les exige más, pasa en todos los ámbitos.

Raúl Alfonsín fue el dirigente más influyente de la Argentina desde 1983 hasta ayer. No tengo dudas de eso. Sus decisiones, muchas para el aplauso y otras para todo lo contrario, influyeron en nuestras vidas como la de ninguno de los otros dirigentes.

Vuelvo a la perspectiva histórica. Si mido su grandeza por pactar con Menem, sería injusto, aunque no puedo dejar de recordarlo. En cambio, y creo que es correcto, prefiero medirlo en su momento cúlmine: 1983 – 1985. Dos años en los que cambió la historia de los 50 precedentes en el país.

Hasta su asunción, había argentinos secuestrados, torturados, asesinados. Un año antes, un grupo de militares delirantes llevaron al país a una guerra absurda, con soldados de 18 años. La política económica de Martínez de Hoz ya hacía un par de años que se partió. Llegó a un país quebrado en todo sentido y en él se monto la mayor esperanza cívica que se conoce por estas tierras.

Un dato, nunca en la Argentina hubo tantos afiliados a partidos políticos como en los primeros años de Alfonsín. Nunca hubo, antes ni después, tanta participación.

Encabezar el proceso de consolidación democrática fue su mayor obra, con el Juicio a las Juntas como pico máximo. Lo opacaron las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. A la distancia, creo que no se animó a profundizar el proceso de justicia del peor período de la Argentina, el que lo precedió. Llegó hasta ahí y no fue poco.

Hacia el final de su Presidencia, el país ya era otro y la Hiper lo sacó del juego unos meses antes. Ya no era su juego.

Tengo en claro que Alfonsín pactó con todos: Carapintadas (Felices Pascuas), Menem (Pacto de Olivos) y Duhalde en 2002. De allí que lo considere el personaje más influyente de los últimos 25 años de la política Argentina. Pero quedarme en esto sería injusto. No puedo obviar que nací con Videla y fue justamente Alfonsín quien encabezó el proceso para que Nunca Más una dictadura nos quite la democracia, nos quite la libertad.