miércoles, 5 de junio de 2013

Ganaron Ellos

Connivencia:
Disimulo o tolerancia en el superior acerca de las
 transgresiones que cometen sus subordinados
contra las reglas o las leyes bajo las cuales viven.
(Definición de la Real Academia Española)



Son las 11 de la mañana del domingo 2 de junio de 2013. Unión y Colón están por escribir una nueva página de uno de los clásicos con mayor historia del país. Se jugará a puertas cerradas, sin público.

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En el registro de víctimas fatales en las canchas de fútbol en la Argentina de la ONG “Salvemos al fútbol”, el 21 de octubre de 1922, en un partido en la cancha de Tiro Federal de Rosario, donde el local recibió la visita de Newell´s,  se produjo la muerte Enrique Battcock, tras recibir un balazo disparado por Francisco Campá (protesorero de Newell's). Según “Salvemos al fútbol”, Battcock fue la segunda de las 271 víctimas de la violencia en el fútbol, pero el primero que se produjo por un enfrentamiento entre el público.



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En noviembre de 2009, el dirigente kirchnerista Marcelo Mallo, puntero político en Quilmes, convocó a una conferencia de prensa e hizo público el lanzamiento de la ONG “Hinchadas Unidas Argentinas”, que tendría como finalidad combatir la violencia en el fútbol a través del “autocontrol” de los mismos violentos: los barras bravas.
Junto a Mallo estuvieron los mandamases de las barras de varios de los clubes más importantes del país: Pablo Alejandro “Bebote” Álvarez (Independiente), Cristian Camilleri (Gimnasia y Esgrima La Plata), Daniel Aguilera (Godoy Cruz de Mendoza), Andrés Alejandro “Pillín” Bracamonte (Rosario Central), Jorge Muñoz (Colón de Santa Fe), Diego “Chuky” Pulistsk (Chacarita), Jorge David Torres (Argentinos Juniors), Emiliano Tagliarino (Huracán), Daniel Raúl Paz (Tigre), Alejandro Mariano Dassís (Vélez) y Diego Alejandro Goncebate (Lanús).
Todos ellos firmaron el comunicado de prensa de la flamante ONG de los barras que en el primer párrafo decía: “Hinchadas Unidas Argentinas se forma con el fin de trabajar como ONG, utilizando la experiencia de las hinchadas del fútbol argentino y de otros equipos de América Latina, con quienes ya estamos en contacto uniéndonos por un pacto y compromiso de no violencia entre las mismas. A su vez, el objetivo es ejercer un mecanismo de autocontrol y así mismo, de acuerdo al decreto 162/07, controlar con mucho respeto y hacer controlar a las autoridades pertinentes en que apliquen correctamente las normas”. En el mismo comunicado, se explicitaba la alineación con Néstor Kirchner: “Sí existe una idea política, hace más de 60 años que en las Hinchadas del fútbol argentino se canta la marcha peronista ¿y qué tiene de malo? No es nada sorprendente, tampoco es nada sorprendente que estas ideas peronistas fueron puestas en práctica por Néstor Kirchner. Al peronismo no solo se lo lee o, se habla de él; sino se lo ejecuta y se lo practica; y quien mejor lo expresó en estos últimos años, sin ninguna duda, es Néstor Kirchner”.
En el párrafo final del comunicado, los barras dejaban por escrito el real anhelo de los integrantes de la ONG, que era conseguir financiamiento para viajar al mundial de Sudáfrica: “…Y por último, obviamente, como todas las Hinchadas del mundo, ¿quién no quiere viajar a un mundial? pero no lo haremos en ningún avión oficial, como lo hicieron correr algunos medios periodísticos, lo haremos independientemente cada uno por su cuenta. Buscando nuestros propios recursos, por tal motivo nos organizamos…”.
La película ya es conocida, a plata apareció y los barras bravas argentinos viajaron al Mundial 2010. La letra “K” estampada en las banderas de “Hinchadas Unidas Argentinas” da pistas del origen del financiamiento para los viajes a Sudáfrica.
El 12 de julio de 2010, alrededor de las 20 horas, arribó a Ezeiza un vuelo de Aerolíneas Argentinas y entre los pasajeros estaban varios de los integrantes de la barra brava de Independiente. En la cinta de equipaje, los violentos identificados con el “rojo” buscaron sus bombos y, lejos de la ignominia y orgullosos de su condición, comenzaron a cantar para hacer saber que estaban de regreso.

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El poder de choque de los barras los llevó a superar los límites de los clubes y trazar alianzas con el poder político-sindical. El caso de Hinchadas Unidas Argentinas es sólo un ejemplo, pero hay más.
En domingo 2 de marzo de 2003 era la fecha estipulada para que se realice la elección de un nuevo gobernador de la provincia de Catamarca. Luis Barrionuevo, líder del sindicato de gastronómicos y dirigente peronista, no pudo plasmar su anhelo de presentarse como candidato para gobernar la tierra que lo vio nacer porque no vivía allí desde hacía varios años y no cumplía el tiempo de residencia mínimo a la fecha de elecciones. Barrionuevo, que desde 1993 era además presidente de Chacarita Junior, mandó a su fuerza de choque (la barra brava del club) a Catamarca el día de las elecciones. Una vez allí, los violentos provocaron desmanes, quemaron urnas y lograron que se suspendan los comicios. “Si no hay boletas del PJ, no hay elecciones”, había profetizado Barrionuevo.
El 17 de octubre de 2006 fue el día elegido para que los restos del político más influyente de la política argentina del siglo 20, Juan Perón, fueran trasladados a la quinta de San Vicente, donde había vivido junto a Evita durante su primer paso por la Presidencia de la Nación. Ese día, el grupo de choque del sindicato de Camioneros de Hugo Moyano (la barra brava de Independiente), en un intento de llevarse el mayor protagonismo, se enfrentó con la patota de la UOCRA (la barra brava de Estudiantes de La Plata). La imagen más recordada de aquella jornada no fue el traslado de los restos de Perón, sino la de Emilio Miguel “Madonna” Quiroz, custodio y chofer de Pablo Moyano, que sacó un arma y empezó a disparar.

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Pablo Migliore es uno de los mejores arqueros del fútbol argentino de los últimos 10 años. Desde antes de ser jugador de Boca (estuvo en el Xeneise entre 2005 y 2008), también tejió amistad con varios de los cabecillas de la 12, la barra brava del Boca, entre otros, con Maximiliano Mazzaro. Esta relación fue la que lo llevó al lugar donde nunca soñó: la cárcel. Migliore estuvo 40 días preso en el penal de Ezeiza, acusado de encubrimiento de Mazzaro (prófugo de la justicia por estar involucrado en la causa del asesinato de Ernesto Cirilo, ocurrido la noche del 29 de agosto de 2011, en Mataderos).
Oliver Tezanos, uno de los abogados de Migliore, aseguró que 500 mil pesos de fianza le devolvieron la libertad al arquero. Sin embargo, Maximiliano Levy, uno de los barras de Boca preso por la misma causa, indicó que el arquero de San Lorenzo recuperó la libertad luego de brindarle nombres de dirigentes de Boca y de barras del club al juez Manuel de Campos. Tezanos, al salir del juzgado, se esforzó por desmentir la acusación: “Pablo sólo habló de su situación. No nombró a ningún dirigente ni a ningún barra de Boca”.
Al mismo tiempo, comenzó a circular el rumor de que la barra brava de San Lorenzo le había exigido a la dirigencia del club azulgrana que Migliore no sea más jugador del club. Tanto el presidente Matías Lammens como los abogados del arquero desmintieron el rumor. Sin embargo, siete días después de la salida de la cárcel, Migliore acordó una rápida desvinculación del club y durante la última semana de mayo se confirmó que el arquero continuará su carrera en Croacia, defendiendo los colores del Dinamo Zagreb.
Claudia Pacheco, esposa Maximiliano Vaccaro, el número tres de La Butteler (la barra brava de San Lorenzo) también estuvo presa acusada de avisarle a Migliore que su teléfono estaba pinchado por la policía. El supuesto vínculo amoroso entre el arquero y Pacheco sentenciaron la relación con la barra.
La veloz desvinculación de San Lorenzo y la confirmación de irse del país, hacen verosímiles los rumores sobre las presiones de la barra brava del Ciclón para que Migliore se vaya del club y la sumisa aceptación de la dirigencia y el jugador.

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El pasado 22 de mayo, de uno de los balcones de la Legislatura de Córdoba se asomó Carlos Pacheco, barra brava de Talleres. El mismo barra que tres años atrás gozó de “vacaciones pagas” en Sudáfrica, como integrante de Hinchadas Unidas Argentinas, se floreaba saludando a sus violentos seguidores que lo vivaban desde una de las peatonales de la capital cordobesa.
Carlos Alessandri, legislador provincial de Unión por Córdoba, fue el promotor de la idea para que el Poder Legislativo de la provincia homenajeara al club Talleres por el ascenso del torneo Argentino A a la B Nacional y, en ese marco, se reconociera la supuesta labor de la barra brava de Talleres, conocida como “La Fiel”, para “la erradicación de la violencia del fútbol".


La mayoría automática que goza la fuerza Unión por Córdoba hizo que la “genialidad” de Alessandri casi no tuviese oposición y la Legislatura adquiera un colorido inusual. Cientos de integrantes de “La Fiel” desplegaron una gran bandera e hicieron sentir sus cánticos. “Los barras son un condimento esencial para darle color y calor a las jornadas deportivas”, argumentó Alessandri.
Aunque sin capacidad para revertir la decisión del bloque oficialista, Liliana Olivero, legisladora de Izquierda Unida, aportó un poco de cordura: “es un desatino absoluto que, habiendo tantos temas por tratar, se distinga a una barra del fútbol”.

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Faltan pocos minutos para las 13 horas del domingo. El árbitro Germán Delfino pita el final del partido. Unión le ganó 1 a 0 a Colón. En las tribunas no había nadie que festeje la victoria Tatengue ni nadie que lamente la derrota Sabalera. No había nadie. Ganaron Ellos.

lunes, 9 de julio de 2012

Miserables




No tengo dudas que la palabra “Miserables” es la que mejor describe hoy a la dirigencia de los dos clubes más populares de la Argentina: Boca y River.

En ambos casos, la dirigencia mostró en la última semana el desprecio profesional, pero principalmente personal, por los ídolos de los socios e hinchas que hacen grandes a esas instituciones.

En Boca, el presidente Angelici no se banca a Riquelme. Su jefe político, Maurici Macri, tampoco lo banca ni lo bancó. No importa en cuanto haya influido Román para que Boca haya vivido desde 1998 a 2007 su etapa deportiva más gloriosa. Los poderosos del club xeneixe no se bancan que un tipo se les plante y quiera poner sus condiciones. Para ellos, Riquelme es un empleado, y como tal, debe obedecer.

Pero, Juan Román Riquelme no es uno más. Inclusive hoy, cuando su físico casi no da más, sigue marcando diferencia. Pero “el 10” exige, pide tratos preferenciales para él y sus amigos. A cambio, ofrece talento, potenciar a todo el equipo y, como consecuencia, llevar a Boca a lo más alto.

Para los Angelici, para los Macri, eso es inadmisible.

En River, luego de la temporada más traumática de su historia, los hinchas de la banda se desayunaron que Cavenaghi y el “chori” Dominguez no iban a ser tenidos en cuenta. Passarella no los quiso y no los quiere.

Hace un año, después del descenso, los dos jugadores, hoy ídolos del club, decidieron dar la cara y volver para devolver a River a primera. Dejaron plata y los exquisitos campos de juego de la liga española de lado para venir a embarrarse hasta la cabeza en las canchas del ascenso.

El presidente millonario no tenía margen para nada tras el descenso y aceptó la vuelta, por más que no los quería. Pero ahora, con River de nuevo en Primera, ni Cavenaghi ni Dominguez continuarán en el plantel.

Para Passarella los patitos tienen que estar en fila y los dos ídolos que se cargaron la mochila para lograr el ascenso son una amenaza, sobretodo para un presidente que no quiere que nadie le cuestione nada.

Tanto en Boca como en River, los técnicos tuvieron que ver con las salidas de los ídolos. Falcioni nunca quiso a Riquelme y lo que hizo fue agotarlo por goteo, hasta que “el 10” dijo “me voy”. Almeyda fue más obsecuente y se cargó la decisión de Passarella: “Les agradezco pero ya no los necesito”, anunció el técnico sacándole el peso al presidente.

Boca y River están conducidos por dirigentes que sólo cuentan con poder económico, pero no tienen autoridad para ejercer el cargo que ocupan y mucho menos legitimidad. Sin embargo, desde la soberbia económica, donde el que tiene más cree que puede comprar voluntades y opiniones, optan por sacarse de encima a los ídolos de sus equipos, simplemente porque les hacen sombra, simplemente porque no se bancan la irreverencia de los líderes que sí cuentan con autoridad y legitimidad.

Los hinchas se movilizan y piden por los ídolos. Desde sus despachos, los miserables callan y cruzan los dedos para que dos triunfos en el próximo torneo hagan olvidar todo.

viernes, 30 de marzo de 2012

18 años

Ramiro juega a la play.
Las bombas caen por todos lados
con el "Call of Duty".
José, su papá, lo mira en silencio.

Ramiro tiene 18 años.
Juega a la guerra,
todos los jueves
con sus amigos del cole.

José deja de mirarlo.
Cierra sus ojos.
Escucha bombas.

El frio le recorre las piernas.
Escucha más bombas,
muchas más…
Es su mente, son sus recuerdos.

El frio del agua helada
Le recorre las piernas.
Hace diez días está en un pozo,
congelado y cagado de miedo,
mientras llueven bombas

José tiene 48 años.
Las bombas las tiene grabadas,
a flor de piel, desde los 18.

viernes, 10 de septiembre de 2010

De enanos y gigantes

Apenas se pararon los dos equipos en la cancha, no tuve duda a por cual iba. Por esas cosas maravillosas que tiene el fútbol, esos petisos de pechera amarilla por los que nos darías dos pesos me eclipsaron.

Era la final de un torneo intercolegial en Rosario. Los colegios Ovidio Lagos y Cristo Rey estaban por empezar a disputar el partido decisivo.

El viernes me confirmaron que tenía que cubrir la final. Salí bien temprano para recorrer los 400 kilómetros que separan Córdoba de la ciudad de los negros… Olmedo y Fontanarrosa.

El partido se jugaba en el predio de Renato Cesarini, esa fábrica de cracks que el indio Solari comanda.

El viento era terrible, parecía que el gigante Gulliver estaba escondido detrás de los árboles soplando a más no poder.

En ese contexto, los pibes salieron a la cancha a jugársela por la copa. Para ponerle un toque adicional, las semifinales se habían jugado esa misma mañana y el cansancio se iba a sentir.

Dos toques de los enanos del Ovidio Lagos hicieron que de la simpatía inicial que me causaron pasara a ser el fanático número uno, agarrado del alambrado.

El primer tiempo nos tocó contra los soplidos de Gulliver. Los gigantes del Cristo Rey pegaban pelotazos y con eso complicaban.

Los enanos de amarillos jugaban sus fichas a sus dos figuras, Castro (el siete) y Leguizamón (el diez). Este último quedó liquidado después de la semifinal y en la primera pelota que tocó se acalambró. No corrió más hasta que lo sacaron en el segundo tiempo. Pero verlo bajar la pelota, levantar la cabeza y tocarla por el piso daban a entender que Leguizamón entiende el fútbol.

El otro enano, Castro, nos llenó los ojos de fútbol en la ventosa mañana rosarina. Con la pelota pegada al pié apilaba grandotes de pechera roja.

El primer tiempo terminó en cero. En la segunda parte, Gulliver jugaba para nosotros.

Los del Cristo Rey se metieron atrás y los enanos salieron a comerse la cancha. Castro seguía esquivando rivales como si fueran conos y en un tiro libre... “clanck” hizo el travesaño. El cinco de los otros lo siguió todo el partido y por más que intentó no lo amedrentó al enano, que la pidió siempre.

Pasaban los minutos y el pescado sin vender.

Para colmo, Leguizamón ya había salido. Se lo llevaron entre cuatro, todo acalambrado.

Los del Cristo Rey empezaron a soltarse y el más dúctil de ellos, un rubio al que llamaban Tommy, agarró la batuta frente a un Ovidio Lagos que no podía más y sus jugadores caían uno tras otro con calambres.

A esta altura, yo había dejado un surco al costado de la cancha, de tanto ir y venir.

Hasta que llegó el minuto fatídico. El Cristo Rey la agarró de contragolpe, de izquierda hacia la derecha, su único enano dejó parado al tres de los míos y dejó mano a mano al gigante centrofoward para mandarla a guardar.

Sin piernas, acalambrados pero con un orgullo que les dolía en el alma, los enanos fueron a buscar el empate que nunca llegó. Agarrado del alambrado me acordé del Huracán de Cappa y ese partido final con los grandotes de Vélez.

El referí marcó el final y ahí nos quedamos, los enanos y yo mascando bronca entre lágrima y lágrima, mientras los gigantes festejaban.

martes, 27 de julio de 2010

Si quisiéramos ser campeones en Brasil 2014

Si quisiéramos ser campeones en Brasil 2014, luego del baile que nos dio Alemania hubiéramos reflexionado y elaborado una autocrítica.

Si quisiéramos levantar la Copa en el próximo mundial, nos preguntaríamos porqué en varias de las líneas de la selección (Defensa y Mediocampo) la Argentina no cuenta con jugadores de elite, sino con buenos acompañantes de reparto. Con ellos, los cuartos de final están asegurados… y basta.

Si quisiéramos volver a ser campeones del mundo, nos pondríamos a pensar un plan, un proyecto y la preocupación no sería quién va a dirigir los partidos amistosos con Irlanda y España. De esos amistosos nos cansamos de ganar, pero por los puntos desde el 2005 no superamos a ninguna selección de elite (la última vez fue en el Monumental, 3 a 1 a Brasil).

Pensemos que campeón es uno solo, es muy difícil. Entonces, si quisiéramos al menos volver al grupo de selecciones de primer nivel (Brasil, Alemania e Italia, por historia y actualidad), deberíamos repensar muchas cosas. Sólo por repasar algunas:

Desde hace 14 años, el país no saca un marcador lateral derecho de real jerarquía internacional. Los últimos fueron Zanetti e Ibarra. Eso significa que tenés un problema en la formación de jugadores. Pero cabe incluso una pregunta anterior: ¿Qué jugadores, con qué estilo de juego, le interesa formar a la Argentina?

Es muy loco pensar en una política de juego y formación de jugadores de fútbol. Definir un estilo de juego para los próximos 12 años de las selecciones argentinas de todos los niveles y que la formación sea una tarea comprometida y solidaria con el plan, desde los infantiles de los clubes.

¿Ese plan, desde donde debe surgir? Sin dudas, desde la autoridad máxima del deporte nacional, para abajo. El técnico, en esto, es un fusible, muy importante, pero no más que eso.

Si quisiéramos volver a ocupar un lugar entre las selecciones de elite, si quisiéramos salir campeones en Brasil 2014, el Fútbol Argentino estaría ocupándose en definir un proyecto, una política deportiva y de juego, de largo, larguísimo plazo pero de implementación inmediata.

Pero esa no es la preocupación. Julio Grondona no tiene el menor interés en liderar un proceso que culmine en la definición de un proyecto. A él, le interesa elegir la próxima cabeza que rodará por su política de la No política y Viva la improvisación.

Sin proyecto, la Argentina no ganará la próxima copa del mundo, ni la siguiente, ni la siguiente. Sin proyecto, la Argentina quedará cada vez más lejos de la elite de fútbol mundial.

domingo, 11 de julio de 2010

“Xavi, Iniesta… esto es una fiesta”

Entre el partido que España perdió con Suiza, en el debut, y su segundo choque con Honduras, me tocó compartir una cena con tres españoles. Por esos días, luego de la derrota con los suizos, muchos consideraban que España se caía… otra vez.

Sin embargo, los comensales de aquella noche, en un bar del Hatfield Square, en la ciudad de Pretoria, estaban convencidos que llegarían a la final y la ganarían. “Nos cruzamos con ustedes en la final y les ganamos 3 a 2”, sentenciaban.

Era la primera fase, Brasil junto a la Argentina se perfilaban como los más serios candidatos, los otros equipos sudamericanos daban batacazos y las potencias europeas parecían caerse.

La cuestión es que el mundial siguió adelante y la cosa cambió. Alemania agarró envión y con un equipazo de pibes (el 90% con menos de 25 años, serios candidatos para 2014) pasó por arriba a Inglaterra y la Argentina.

Holanda dio el batacazo al dejar afuera a Brasil. El partido de Uruguay con Ghana pareció un cuento de García Marquez en su Macondo mágico. La celeste ganó de manera heroica y silenció a todo un continente (Grande Abreu, esa picadita en el penal definitorio no lo voy a olvidar jamás).


Y España, la que llegó como la candidata y luego parecía que se le apagaron las luces tras la derrota con Suiza, clasificó primero y superó con lo justo a Portugal y a Paraguay (lo lindo que es el fútbol, Cardozo casi los deja afuera pero falló el penal).


La semifinal España – Alemania era una final anticipada. Los germanos parecía que llegaban mejor luego del baile que le pegaron a la Argentina. Pero cuando a los españoles les subieron la exigencia, sus jugadores, sus estrellas, aparecieron en todo su esplendor. Le sacaron la pelota al equipo de Joachim Law, la tocaron para acá, la tocaron para allá y de tanto buscar se hizo la luz. España finalista por primera vez en su historia.


Por el otro lado, Holanda superó con lo justo a Uruguay. Creo, opino, que los uruguayos van a ver el partido dentro de un tiempo y se van a arrepentir de no salir a jugarle con mayor agresividad a los naranjas. Igual, mundialazo de la celeste y Balon de Oro para Forlán. Aplausos.


Luego del triunfo contra Alemania, España volvió a calzarse el buzo de candidato número uno y la final con Holanda pintaba para trámite. Nada de eso sucedió. El equipo de Robben bloqueó a Xavi y casi todos los circuitos de juego de los españoles. También les dieron para que tengan, guarden y repartan. El árbitro debió echar un par de holandeses en los 90 minutos.


Cuando Holanda atacó generó errores en el fondo español y Robben se comió un mano a mano con Casillas que lo va a llevar como cruz de por vida.


Suplementario. Con Xavi tapado y Villa negado con el arco, Andrés Iniesta sacó a relucir su talento. Hizo echar a Heitinga y minutos después marcó para que España grite campeón.

¿Qué hizo que este equipo perdedor de antaño en las copas del mundo hoy llevarse el trofeo para sus vitrinas? Cambió la mentalidad, dejaron de apostar a “la furia” y pusieron sus fichas en la formación de buenos jugadores. A estos los organizaron en un proyecto colectivo, que tiene su base en el Barcelona Fútbol Club. El cambio empezó luego del mundial 2002, con Luis Aragonés.


Quizás el mayor mérito, fue no tirar por la borda el proyecto luego de la derrota en octavos de final frente a Francia en Alemania 2006. Ese día, en el 3 – 1 a favor de los galos, vistieron la casaca roja Casillas, Xavi, Villa, Torres, Sergio Ramos, Puyol, Xabi Alonso y Fabregas. Iniesta fue suplente.


Se fue Aragonés y llegó Vicente del Bosque, quien profundizó el modelo. A tal punto, que todos los jugadores recién mencionados hoy jugaron contra Holanda y se consagraron campeones.

Recuerdo a los españoles con los que compartí aquella cena y los envidio profundamente. Les envidio que hayan llegado a la final y que hoy sean campeones del mundo. Pero mucho más les envidio su juego: Defender y desequilibrar con un mismo libreto, con la pelota de acá para allá. Suena en toda la madre patria: “Xavi, Iniesta… esto es una fiesta”.

Terminó Sudáfrica 2010, sin dudas, ganó el mejor.

martes, 6 de julio de 2010

Nos fuimos al descenso

La selección Argentina recibió una paliza de parte de Alemania que no vivía en mundiales de fútbol desde 1974 frente a la Holanda de Johan Cruyff por idéntico resultado: 4 a 0.

La diferencia de jerarquía mostró que la selección no tiene con qué hacerle frente a los mejores equipos del mundo. Así lo muestran los números, que son demoledores. Desde Italia 90, la Argentina no llega a Semifinales de un mundial y desde Ecuador 93 que no gana nada con la selección mayor. Es mucho tiempo.

Talentos y jugadores siempre tuvimos. Repasemos algunas camadas: Batistuta, Redondo y Simeone; Verón, Ortega, Crespo y Ayala; Riquelme, Aimar, Sorín y Saviola; y la actual con Messi, Tevez, Higuaín.

Pero pese a la fábrica de producir varios de los mejores jugadores del mundo, la Argentina defecciona a la hora de la verdad.

La cosa se pone más negra si comparamos la década del 90 con la primera del siglo 21. En Corea – Japón no pasamos la primera ronda. Una catástrofe a nivel resultado. Y tanto en Alemania 2006 como Sudáfrica logramos meternos entre los 8 mejores del mundo y hasta allí llegamos. En los noventa ganamos dos copas Américas y en la década siguiente absolutamente nada.

El período entre el mundial de 2002 y 2006 tuvo a Bielsa y Pekerman como técnicos. Se rompe allí por primera vez la continuidad de ciclos de 4 años que inició Cesar Luis Menotti. En esos años, la Argentina llega con Marcelo Bielsa a la final de la Copa América de Perú de 2004 y cae por penales con Brasil. En el mundial 2006, con Pekerman, pierde por la misma vía con Alemania. En ambos partidos, la selección dominó la pelota y tanto brasileros como alemanes lograron el empate a pocos minutos del final. Entre medio, en 2005, se disputó la Copa Confederaciones, donde Argentina empata con Alemania y pasa a la final en los penales. Con Brasil, fue un 4 a 1 en contra.

Luego de Pekerman la cosa se pone mucho peor. Sin técnico y con amistosos con fines recaudatorios confirmados, Grondona sale a las apuradas a buscar a Basile para que vuelva al banco de la mayor. En el debut, frente a Brasil, cae 3 a 0.

La Copa América disputada en Venezuela en 2007 tuvo la última demostración de buen juego del seleccionado, con destellos de Riquelme y Messi para llegar a la final. Nuevamente con Brasil, otra vez goleados 3 a 0. Argentina defecciona en el juego y en el resultado.

En medio de la eliminatoria hacia Sudáfrica, los jugadores producen un golpe de estado y se va Basile luego de un partido lamentable contra Chile en Santiago. La familia Grondona elije unilateralmente a Maradona para que se ponga el buzo. La euforia dura muy poco y la clasificación al mundial comenzó a tambalear con el 6 a 1 en Bolivia como bochornoso emblema.

Con clasificación angustiante, la selección tiene suerte en el sorteo para la fase de grupos: Nigeria, Corea del Sur y Grecia. La Argentina llega a Sudáfrica con argumentos basados en la fe. Fe con argumentos en Messi y los demás delanteros. Fe en los milagros de Maradona y Palermo.

El técnico demostró que algo aprendió luego de la caótica eliminatoria y paró un equipo que apostaba a sus mejores recursos, los delanteros. Pero nunca logró equilibrar la defensa y el medio campo no generó juego en toda la competencia. Frente a rivales menores, sobró con la contundencia ofensiva. Frente a México, la cosa se puso dura y la convalidación del gol en off side de Tevez abrió el partido y puso loco a los aztecas.

Al igual que en 2006, la Argentina superó a México en octavos en un partido muy difícil y en cuartos toca nuevamente Alemania. Personalmente creía que la selección tenía con que ganar, aunque también podía perder. Luego de la paliza de los germanos en Ciudad del Cabo, vemos que para superar a los grandes equipos, hace falta mucho más que talentos individuales.

Repasemos, entre 2002 y 2006, Argentina llega a la final de la Copa América y pierde por penales con Brasil. Clasifica cómoda al mundial. En Alemania cae con el local también por penales en cuartos de final.

Entre 2006 y 2010, la selección también llega a la final de la Copa América y pierde nuevamente con Brasil, pero esta vez superado y goleado. La clasificación al mundial es angustiante. En Sudáfrica se mete de nuevo entre los ocho mejores, pero cae otra vez con Alemania, pero bailado y goleado.

Luego de años de creernos, al menos yo lo creía, entre las cuatro potencias futbolísticas (Brasil, Alemania e Italia), los números, de la historia y los actuales, nos dejan fuera de ese selecto grupo. La última vez que Argentina le ganó en competencia oficial a uno de esos equipos fue en la eliminatoria al mundial de Alemania, con un 3 a 1 a Brasil en Buenos Aires. Luego de eso, nada.

Nos fuimos al descenso, los resultados lo muestran. Para revertir esto hace falta un trabajo de fondo, donde el técnico es solamente un fusible. Política deportiva, planificación y estrategia. Política de juego y formación de jugadores. Objetivos a corto y largo plazo. La selección Argentina y el Fútbol Argentino tienen que tomar decisiones drásticas y si no lo hace, esto se puede poner aún peor.

lunes, 17 de mayo de 2010

La servilleta

Dicen que en La Paternal hay un bar donde se juntan todos los locos, vagos y bohemios del barrio. Se la pasan escribiendo versos en servilletas, esperando que pase alguna de las buenas mozas de la zona.

En los 42 años que tiene el bar, solamente se recuerda una sonrisa que el petiso Galván le arrancó a Margarita, la hija de un abogado. Fue un mayo de 1973.

Todos estos locos, sólo dejan de escribir cuando duermen y los domingos para ver al “Bicho”.

Al hablar de Argentinos Juniors, se les infla el pecho. Sólo unos locos pueden inventar a Maradona, Borghi, Redondo y Riquelme, por nombras un puñado de sus mayores representantes.

Sólo unos locos pueden hacer el partido que hicieron los Yudica Boys a la Juventus de Platiní. Esos que ganando la final de la Intercontinental por 2 a 1 a diez minutos del final, seguían tocando para adelante, buscando otro pase a la red. La historia dice que perdieron, sin embargo, esos delirantes, llevaron adelante una de las proezas futbolísticas más grandes de la historia.

En el bar de La Paternal, se les llenan de lágrimas los ojos al recordar ese equipo, esa final.

Desde hace un año, más o menos, los locos de La Paternal están contentos. Recuperaron a uno de los delirantes más geniales, que ellos mismos modelaron. Ese capaz de meter un pase de rabona de 40 metros.

Con el “Bichi” Borgui, esta vez en el banco, los locos de La Paternal volvieron a codearse con la gloria. Y cómo no podía ser de otra manera, el equipo es una locura. El nueve es un tipo que está por cumplir 40 años y hace seis meses estaba retirado. Su número cinco es un gordito que nunca podría ser deportista, pero, por esas cosas locas que tiene el fútbol y este equipo de locos, es el mejor de todos.

El gordito es Néstor Ortigoza. Dicen que anoche, después de la vuelta olímpica se duchó rápido y se fue al bar. Un viejo parroquiano que vino del sur, el Gato Díaz, lo vio escribir unos versos para Anita, una flaca alta, rubia y elegante, que anoche le aceptó la servilleta.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Identidad

El tema de los nietos desaparecidos es la más pura realidad de que los años de dictadura no van a cicatrizar nunca. Por más que se diga “miremos para adelante”, “basta de revolver el pasado” o parecidos, la verdad es que en la Argentina hay cientos de jóvenes adultos, de unos 30 años aproximadamente que creen ser algo que no son.

Marco de situación, durante la última dictadura nacieron más de 500 bebes en centros clandestinos de detención que fueron dados en adopción de manera ilegal. Palabras más, palabras menos, los milicos los repartieron a discreción.

En diciembre se cumplen 26 años del retorno de la democracia y se estima que hay más 400 personas que creen ser otra persona.

Esta semana pasó por Diputados un proyecto de ley que permitiría extraer muestras de ADN a través del secuestro de objetos pertenecientes a la persona que pueda ser un nieto desparecido y se niegue a una extracción de sangre.

Realmente es controvertido. Hay una declarada manifestación en contra de la dedición individual. Las voces contrarias gritan que es un atentado contra las libertades personales. Ahora bien, ¿la Justicia puede ser cómplice cuando haya indicios que puedan acercar a la verdad del asunto? No. La Justicia debe buscar la verdad y si hay sospechas de que una persona puede ser hijo de un desaparecido y no lo sabe, debe ir hasta el fondo de la cuestión.

Una persona tiene todo el derecho a elegir su identidad, pero para elegir debe conocerla.

El daño que dejó la dictadura está vivo en los nietos. Es una herida que nunca cerrará, ni siquiera cuando se hayan devuelto su identidad a todos los hijos de desaparecidos, ya que es imposible dimensionar el daño que se le produjo a esas personas.

Asimismo, pese al daño irreparable, la justicia no puede negociar la verdad y debe ir tras ella.

martes, 20 de octubre de 2009

CASSETTES (Por Guillermo Gribaudo)

Fiat iustitia, pereat mundus.
(Fernando I)

“Nadie como vos para escaparte: no pudo hallarte la cana ni Marta ni nadie cuando desapareciste. Me contaste mucho en estos cassettes que descansan sobre mi escritorio junto al vaso de Teacher’s con coca: la que te batió con su novio aquella vez del polvo siestero esta en lo alto del ranking, junto con la de los carabineros la vez que te llevaste media discoteca por una ventana, allá en tu Valparaíso. Los desgrabo y suenan a viejo: Gabriel les dice dinosaurios: es tiempo de pendrives Luis, eso. Por ahí me pregunta, ese enanito rubio al que le contabas tu vida en los cerros de Valparaiso, porqué no volviste. Algo recuerda: tus discos seguro. Tiene una banda y toca con sus amigos en el lavadero, donde estaba el mimeógrafo ¿te acordas?. Bueno, ahí tocan: te manda un CD para que escuches. Lo grabaron con la compu. Espero tengas compactera y no ese tocadiscos de mierda que llevábamos de aquí para allá. Esta igual a Flopy, igual. Ella no sale: la tuvimos que tratar con especialistas. ¿Viste que cagada es recordar? Si, es mierda. Cuándo se fuma un faso le da el recuerdo, y después de charlar sobre lo cotidiano (todo sigue igual de mal Luis, o peor…) aparece tu nombre. Mira, para hacerla fácil, creo que no te olvidó. Marta tampoco: la vi en la plaza, en una marcha. Pobre, se juntó con un tipo más bueno y aburrido que Lassie, me contó tomando un feca a la vuelta de Congreso. La cosa es que Flopy te tiene allá arriba aún: el flaco de barba y los hermanos Karamazov en cuatro tomos. Ella sigue escribiendo, escapando.”
“Por otro lado, te extraño horrores. Se que estas ahí, o por lo menos bajas por estos cassettes cuando podés. Cuando imprimíamos lo que mandabas a tu barrio, presentía que tu vida en Baires era corta. Se te notaba en la mirada: te agobiaba este Sur. Aunque no se porque seguís oculto. No te preocupes, que cumplo las promesas: ni Flopy ni tu ahijado saben donde estas. Si supieran capaz que te van a buscar: Flopy para amarte y Gabriel para pedirte discos de los Who, que están de moda… ¿te cuento de lo mío? Dale, ahí va. Me metí en los negocios inmobiliarios, y ahí ando: un día con guita y el otro seco. Fuimos pagando la casa: ya nos queda nada, diez cuotas ponele; cambiamos el auto seguido, todos usados, ¡¡como extraño la chevy Luis, la que usamos para irnos a Salta aquel verano!!¿Te acordás? Las lucecitas en la puerta: vos decías que era un cabaret, je. Flopy se fue convenciendo que no venias más, que seguro te habían tumbado, te lo conté en otro cassette. Lo que no te conté, es que no me jodió nada. Estar con ella es también tenerte cerca, y no me duele tanto como imaginas vivir con la mujer que te ama. Yo, mira, no se como decirte; la vida me fue dejando heridas, como las de la viruela pero adentro. Me fue carcomiendo: los tumbaron a todos, y no los vi tener hijos ni pude ser padrino ni llevarles regalos ni leerles cuentos, como vos a Gabriel. No quedo ninguno loco, ninguno. Del barrio nadie. A Pérez lo cruce buscando un lote en capital; ¿te acordas de Pérez? El que tenia la recortada y se creía Turi Giuliano, ese. Ahora están unos que cantan la marchita y andan en carrozas negras larguísimas y blindadas: dan ganas de buscar los fierros de nuevo. Esto me destruye loco: sentirte lejos. Ya se que los años pasan, pero acá es La Granja: los chanchos llenan la panza. Vino, falopa y planes sociales: les regaló el futbol y parece Lenin. Pero no me quiero hacer tanta mala sangre loco. Trabajo para que Gabriel pueda ir a la facu: quiere ser músico. Pero bueno, te la hago corta, porque por mas rodeos que le de: tenes un hijo Luis, vive en la Boca. Si, un hijo de ustedes. Estaba embarazada cuando te fuiste, pero lo tapo, lo tapo y coincide con su viaje a Brasil con la rusa. Te lo tenía que contar Luis, porque te quiero. Si Ernesto se anima, que así se llama, y pide un ADN, lo traigo a vivir con nosotros. Eso te quería contar Luis, eso y que se te extraña por este culo del mundo. Ojala te animes a volver. Te dejo un abrazo mas grande que la revolución, y si, estoy llorando loco, pero vos sabes que los bolches lloramos. Nada Luis, tu hermano del alma que te quiere”.

jueves, 15 de octubre de 2009

Coger no es amor

Esta eliminatoria fue un polvo horrible, esos que en el durante ya querés que se termine. Empezaste como una noche ganadora, tres tiros, tres teléfonos. Nueve de nueve jugados con el Coco.

Ya embalado, con cierta soberbia, te la tirás de grande, cuando en realidad estás creciendo y te cortan la cara. Post-expulsión de Tevez en Colombia, chau invicto y tu autoestima cae.

Seguís tirando, sin convicción, sólo lográs sacarle unas palabras a una mina (empatás con Ecuador y Paraguay de local y con Brasil y Perú de visitante, le ganás a Uruguay en Buenos Aires). Finalmente das lástima y te rebajan como nunca: Lastimosa derrota en Chile.

Decidís cambiar y cambiás (se va Basile), jugás fuerte, a todo o nada (Maradona). Crees encontrar la solución y te la tirás de langa. A la primera chica que encarás, quedás en encontrarte en un rato en su departamento. Le metés cuatro a Venezuela. Parecía un polvo seguro. Vas por más, pero la vas de ganador seguro. Sin embargo, con altura, te dicen “seguí participando” y se te ríen en la cara. Bolivia te humilla, 6 a 1.

Ya perdiste la brújula, estás a mitad de la noche y empezás a dudar. En el próximo encare, robás un beso pero no daba para esperanzarse. Le ganás a Colombia jugando horrible. Pero ahí nomás, si bien levantás la performance, Ecuador te vuelve al pozo.

Son las cuatro de la madrugada, y en la pista ves las mejores minas de la noche, podés ganar y también podés perder. Hacés mucho ruido y volvés sin nada, en crisis. Perdés con Brasil en Rosario y con Paraguay de visitante.

En un rato se hace de día, pero corrés el riesgo de quedarte sin luz. Todo está mal. Das lástima, te rebajás, le tirás a cualquier cosa: lindas, feas, flacas, gordas. Decís cualquiera. Convocás desaforadamente jugadores, no tenés identidad, no tenés idea ni coherencia.

Una mina te da bola, le das un par de besos, pero al último parece escaparse… Cuando se iba, te la jugás y la manoteas del brazo. Palermo te salva cuando se iba todo al carajo con Perú, el peor de la eliminatoria.

A duras penas, logras llevarla a un telo. No te gusta, pero estás jugado. A veces parece que no se te para, pero querés acabar como sea, querés “ganar como sea”. Cerrás los ojos, te concentras y en un instante lo logras, llegás. En un catenaccio efectivo pero vergonzoso para el fútbol argentino, neutralizás a Uruguay y en un instante, un rebote le cae a Bollati que la toca suave, donde no llegaba el arquero. Bollati no tiene nada que ver con vos y esta historia, pero bienvenido sea un poco de belleza. Es esa mina linda que sin darte mucha bola, te guiña el ojo, te da esperanza.

Acabaste, la mirás y sólo querés una cosa, que desaparezca, es espantosa y desagradable. Fue sólo un polvo, clasificaste. Como dice el Ruso Verea, hace treinta años que nos vienen metiendo en la cabeza que sólo importa el resultado, el mismo que estaba con la capucha desde el túnel es el abanderado.

Clasificaste, dando lástima, y ahora pedís que te la chupen (vergüenza ajena).

Coger no es amor.

miércoles, 14 de octubre de 2009

En manos de Dios

Falta una hora. En manos de fuerzas sobre naturales como nunca antes, fruncimos para llegar al mundial. 4 centrales, 4 al medio, sólo Veron como para darla redonda a los de adelante. Y, ojalá salga. Por suerte, es sólo Fútbol.

Uruguay – Argentina. Doble ancho Monti debe recordar desde su tumba esa larga noche, las amenazas a su madre. No durmió. Esa vez nos tocó perder.

Se viene el partido, puede pasar de todo y no hay esperanza fundada para ilusionarse, pero es fútbol, sólo eso y, pensándolo bien, hay interpretes, esos que no aparecieron nunca en toda la eliminatoria, pero… quién te dice, capaz que hoy toca…

En el 86 fue duro, uno a cero, difícil, siempre dura la celeste. País simpático si los hay el Uruguay, productor de las personas más calmas, respetuosas y cultas que conozco.

Se viene el partido, hoy 14 de octubre. Dependemos de Dios.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Sobremesa

A mediados de octubre de 2008, pasado el mediodía, una sobremesa en Sarandí:

-HG: Julito, pasame los escarbadientes…

-JG (h): Acá tenés.

-HG: Gracias, Julito. Che viejo, ¿en serio lo vas a llamar a Bianchi?

-JG: No le pongas azúcar al mío. ¿Qué me decías Humbertito?

-HG: Si lo vas a llamar a Bianchi.

-JG: No me queda otra. Se me cayó el Coco, a los demás les falta mucho, se viene el mundial y la clasificación no está asegurada.

-HG: Te desconozco. Tres veces te plantó y te hizo quedar como un boludo. Tres veces!! Y qué mierda no va a estar la clasificación, las eliminatorias son un trámite con este formato.

-JG (h): Si viejo, me parece que Humbertito tiene razón.

-JG: Julito… Pasame una de esas masitas. Ahhh, que lindo día no?

-HG: Viejo, para mi le erramos de “pe” a “pa” con Bianchi.

-JG: Bueno, a ver, a quién pongo? A Simeone? A Russo? Pierden dos partidos y me piden la cabeza. Con Bianchi voy a tener más banca.

-JG (h): Viejo, con Humbertito estuvimos pensando…

-JG: Julito, me vas a alcanzar las masitas o no?

-HG: Lo pongamos a Diego.

-JG: Diego???

-HG: Si Diego. Mirá, te explico. Bianchi te forreó y Diego está en su mejor momento. Nos metemos a todo el mundo en la mano. Y con los pibes que tenemos, más la mística de Maradona y alguno que sumemos del 86, ya está!

-JG (h): Viejo, ya hablamos con Bilardo y se sumaría.

-JG: (…) Me gusta. Y a la vez me dejarían de romper las pelotas con Maradona. Pero no nos irá a clavar? Nos caemos todos en dominó.

-HG: Viejo, no pasa nada. Por eso lo sumamos a Bilardo. Además, sabemos que al Coco los pendejos no lo querían. En cambio a Diego lo adoran, con sólo verlo se les ilumina la cara.

-JG: Y cómo hago con el Comité Ejecutivo? No todos van a querer.

-HG: Y desde cuando vos le consultás al Comité Ejecutivo? No lo pienses más, llamalo ya a Diego. No te mueven más de la AFA, viejo. Llamalo.


NdR: A buen entendedor, pocas palabras.

martes, 1 de septiembre de 2009

Destrucción, su mejor legado

Desde hace bastante tiempo, más de tres años, que me cuesta encontrar virtudes en Kirchner. Su prepotencia y, sobretodo, su omnipotencia antidemocrática hacen que se aplaquen sus virtudes.

Sin embargo, en el ex presidente en funciones (by Jorge Lanata) encuentro una gran virtud que creo será su mayor legado. Su capacidad destructiva. No se puede negar que Kirchner tuvo y tiene coraje para enfrentar a sus oponentes. Lo hace con devoción, con desprecio y no tiene reparos en castigarlos hasta destruirlos.

Sucede que algunos de los enemigos de Néstor fueron o son parásitos en la vida de todos los argentinos. Esos males nacionales con mucho poder son también responsables de mucho de lo que nos pasó y pasa.

El avance de Kirchner sobre la Corte menemista y la decisión de reflotar los juicios a los represores fueron sus primeras sorpresas y con ellas logró la simpatía de grupos extrapartidarios (piqueteros, Madres, Abuelas, grupos de izquierda).

Luego, hizo uso y abuso de esas simpatías, de ese poder y hoy vemos que su capacidad para construir es acotada. Construye para los suyos (en un sentido bien restrictivo: para él y algunos más).

Pero aceptando que no tiene capacidad para construir, refloto la idea: su mejor legado será la destrucción. El avance sobre las AFJP, para que vuelvan al Estado no fue malo. Lo negativo es que haya un Congreso sin voz que lo haya aprobado sin resguardar los fondos de las jubilaciones y dejaran que el gobierno pudiera utilizarlos, por ejemplo, en obra pública. Igualmente, que se los saquen a los empresarios que fundieron el sistema, privatizado por Menem, fue bueno.

Cuando era chico, Aerolíneas Argentina era un orgullo nacional. Mal manejada en el Estado, se privatizó sin ningún control y fue para peor. Nuevamente Néstor, con intenciones demagógicas, la expropia a una empresa Española y vuelve a la esfera pública. Los privados no habían invertido un mango, no fue una medida loca reclamarla. Sí fue alocado que el Estado se haga cargo de la deuda cuando siquiera tenía en claro cuanto debía Aerolíneas.

Desde hace unos días, los medios estás nerviosos (Que te pasha…). Cristina anunció el envío al Congreso de un proyecto para reemplazar la Ley de Radiodifusión. Es indudable que la regulación de medios de comunicación en el país es obsoleta.

La ley que actualmente rige las comunicaciones fue decretada durante el Proceso de Reorganización Nacional y, por ejemplo, establece que las Fuerzas Armadas pueden revisar los contenidos de los medios. Suena a otros tiempos, lo que pasa es que es de otros tiempos. Es de 1980!!! Cuánto cambiaron las comunicaciones y las tecnologías desde ese año a la fecha: Televisión por Cable, el auge de las FM, Internet, Celulares, Triple play. ¿Cómo puede dudarse de la necesidad de una nueva ley?

Y el proyecto K, por su ensañamiento con Clarín, ilusiona con imposibilitar que se formen monopolios de medios. La empresa de la señora de Noble tiene más de 200 medios en la Argentina. Tienen la capacidad de crear candidatos, sacar presidentes y hasta de cambiarle el ánimo a la opinión pública.

Estoy de la misma forma convencido que lo mejor sería que la ley la debata el Congreso luego del 10 de diciembre, con los legisladores electos en junio. Pero si acaso la omnipotencia kirchnerista no lo permite, la nueva ley será mejor que lo que tenemos y en algún momento se irá y lo que quedará será una mejor legislación sobre los medios. Los militares se fueron hace más de 25 años y sin embargo su ley continúa vigente.

De ese legado hablo en la destrucción K.

jueves, 6 de agosto de 2009

Fútbol quebrado: No es el sistema, es la ley

Presencié la semana pasada una de las charlas del Congreso Internacional de Fútbol que se realizó en Córdoba y una interesante polémica tuvo lugar destacado: ¿Las sociedades anónimas pueden ser la solución para nuestro fútbol?

La estrella principal del congreso fue Andrés Farsi, un cordobés radicado en México desde hace varios años y uno de los principales directivos de la empresa que compró el Club Pachuca y lo llevó al éxito deportivo e institucional.

Pachuca es una exitosa y ejemplar experiencia que excede lo futbolístico. Logró importantes triunfos deportivos como nunca en su historia, pero lo singular es el crecimiento institucional que pone al fútbol como eje central. La Universidad del Fútbol, la Escuela Nacional de Directores Técnicos, la Clínica de Medicina Deportiva, más de 300 escuelas de fútbol, son algunos ejemplos que muestras el éxito de Pachuca.

Cuando le tocó hablar, Fassi no dudó en proponer que el fútbol argentino de un giro en el plano normativo y pase de las organizaciones sociales a sociedades anónimas. “Los casos como Lanas o Atlético Tucumán -instituciones presentes en el congreso- son excepciones en la Argentina. La realidad muestra que la mayoría de las instituciones están quebradas”, dijo el directivo de Pachuca y sugirió que la solución puede venir de la mano de las sociedades anónimas, porque en ese caso no se trata de dirigentes sino de personas que responden con su bolsillo.

“En México todos los equipos son empresas y cuando empieza cada temporada ninguno debe nada. Y no estamos hablando de un país que tenga una realidad social y económica diferente a la Argentina”, resaltó Fassi.

A su turno, el presidente de Lanús, Alejandro Marón, tomó una posición contraria a la de Fassi y resaltó la importancia de las instituciones sociales. “En Lanús tenemos más de 30 disciplinas deportivas y las podemos sostenes con un gran esfuerzo pero con la idea firme de que son actividades que contribuyen al deporte y a la sociedad. Si fuera una empresa, sería inviable sostener una actividad no rentable, como lo son muchas de las que tenemos”.

En este sentido, aseguró que ningún sistema es perfecto per se. “Son las personas que los llevan adelante los que hacen buenos o malos a los sistemas”.

Ambos tienen razón. Los clubes estás casi todos fundidos y si no fuera porque siempre surge una mano mágica que los salva, muchos deberías haber dejado de existir hace tiempo. Por eso el fútbol argentino permanece en un estado permanente de agonía. El formato de organizaciones sociales sin fines de lucro, en términos generales, fracasó y fracasa. Tiene razón Fassi.

Los casos de Lanús, Estudiantes de La Plata o Vélez, muestran igualmente que hay un camino posible, si se recorre con responsabilidad y compromiso. También tiene razón Marón, ya que no sólo lo piensa sino que lo lleva adelante en la institución que preside.

Pero ambos caminos se juntan en un punto. Si una institución con o sin fines de lucro delega todas sus facultades a un dirigente o a un empresario, estará totalmente entregada a las capacidades (intelectuales, éticas y morales) o incapacidades de las personas que ocupen los cargos directivo.

Entonces el concepto de Marón, “ningún sistema es bueno per se”, es la lectura correcta. No se puede delegar a la suerte de una persona el futuro de una institución, es el marco jurídico es el que debe ponerle límites a los dirigentes o empresarios. No es el sistema, es la ley.

miércoles, 29 de julio de 2009

EY HOMBRE, DESPIERTA (de Guilli, un amigo)

Por Guillermo Gribaudo

¿Te acordas de la Vida Privada? Era una manifestación real y tangible de nuestra inherente condición de seres libres, o condición que creímos inherente y nunca lo fue.

Así como los Estados juegan un juego macabro entre ellos, decidiendo “quien” puede jugarlo y quien no, también nos dejan jugar este juego de niños que se llama Democracia. En la democracia el “demos” somos nosotros. Somos los que jugamos todos los juegos que nos prestan desde el Estado, o los Estados. Jugamos a que subimos cosas a Internet, o nos llamamos por teléfono, o nos contamos cosas subiendo fotos y vivencias a cualquier red social.

Me produce mucha risa escuchar hablar sobre la “libertad” que implica la red de redes. La red de redes es ni más ni menos que un engranaje nacido bajo la urgencia de terminar con las libertades. Una maquina militar decidida a espiar a los soviéticos que por esas cosas de la vida, cuando se vieron caer por su propia inoperancia, paso a ser usada por la población civil. Y ya que estamos, si nadie puso el grito en el cielo, pensaron los Estados, empezando por el que creo esa red y es el mismo que nos vendió la globalización de la basura y la mediocridad en todas sus formas, espiemos por teléfono y por tarjetas de crédito y por donde se nos ocurra. Paranoia, dicen los ilusos que quieren tapar el sol con la mano. “A nadie le interesa lo que escribis por Internet, a no ser que seas un terrorista o un pedófilo”. Este es el ejemplo típico del que no quiere ver la realidad pasando frente a la ventana. Si “pueden” saber si sos pedófilo o terrorista, pueden saber que opinas del Estado o del precio del zapallito o de la vida intelectual de nuestro tiempo. Antes de la democracia, la gente también elegía entre dos reyes. Quieren al rey rubio o al rey morocho. La democracia es lo mismo: jugamos a elegir, pero tenemos que elegir entre los candidatos que nos presentan (la mentira de que cualquiera se puede presentar esta fundada en una falsa noción de la realidad: intenta pagar la luz o el cable en cualquier oficina esplendida de burocracia y sabrás entender a Kafka en minutos. Tenes que elegir uno, esa es tu libertad, lo mismo daría tirar una moneda). No podes NO elegir a ninguno, eso no cuenta, es un voto perdido. Estudiar los ciclos de la vida política de la Humanidad es un juego guiado también. Los guías han vendido que la Democracia es mejor que la dictadura o la monarquía o cualquier otro mecanismo que promueva seguridad a cambio de libertad. Te pagamos tantos impuestos, y nos provees la libertad, la libertad que creas merecemos: todos los sistemas se rigen igual. Son sistemas. Hay un libro grandote que se solía usar en otros tiempos, que se llama diccionario: buscad “sistema”.

Y así se democratiza el saber y la ignorancia. Todos creen formar parte de una red internacional, una especie de fraternidad de seres de todos los colores y credos, cuando en realidad son un gran catalogo de posibles espiados o tan solo clientes del supermercado de la información y del consumo.

El escritor ciberpunk Bruce Sterling que vio años antes, como suelen hacerlo los escritores iluminados, en donde terminaba esto, exclamo en la conferencia de tecnologia “Shout by Southwest” en Austin, que “el simbolo mas claro de la pobreza es la dependencia de conexiones”, y claro que no se refería sólo a la pobreza económica. Los pobres aman a sus celulares dijo el bueno de Sterling. Los aristócratas verdaderos atesoran el vinilo y los libros y el cine y las pinturas y las esculturas y los jardines y los paseos reales y los besos y los olores y el sexo con alguien. Esas cosas que no se pueden corromper ni enviar con un clic. Esa es la idea de Sterling. Coincido plenamente. Ojala pueda dinamitar un poco a través del mismo sistema al sistema. Lo llevo a la práctica desde antes del nacimiento de la red de redes para todo publico.

Quizás me exceda en mi aristocracia del buen gusto: no saco fotos, no comparto mis bitácoras personales con el mundo, dado que la bitácora es privada; no fotografío mi vida, la vivo. No me creo Faulkner, y para publicar tengo que “criticarme” antes; no es importante que me conozcan todos los seres humanos: es importante que los que me importan me lleguen y que les llegue a los que me importan.

Esta granada tirada dentro del Sistema de Control más perfecto que haya creado un estado jamás, quizás detone algo. Quizás alguna esquirla pegue cerca de un lector, y lo haga pensar sobre los dominios del hombre por el hombre. Seamos libres en serio: el conocimiento y la experiencia son los mejores caminos. Vinimos a este estofado para vivir de verdad y ser felices. Ojala podamos hacerlo. Termino este escrito y afuera hay nieve de la última nevada, mis dos perros (Janis y Dylan) juegan con leños que llevan y traen y mi gato (Homero) me ronronea al lado. En esta habitación hay temperatura y un solcito tibio. El olor de la comida que se esta haciendo llega hasta aquí (es carne “a la pobre” según los chilenos o “bife a la criolla” según los argentinos, definiciones que aprendí comiendo y andando por la realidad) y la música que llena el espacio y comprime el aire con su sonido sale de bafles reales y no de egoístas auriculares y fue grabada por músicos que muestran su alma a través de su arte. Los libros que anoche repase para un cuento que estoy escribiendo son reales y viejos (uno de Juan Rulfo y otro un manual de anarquistas españoles) y al tocarlos “siento” las manos de los que los tocaron antes. Mi mujer lee a Kerouac a mi lado y es real. La vida es real y esta llena de sensaciones reales. Enciendo mi cigarrillo de antes de comer, y decido terminar esta columna. Aquí la dejo: es vuestra.
LOTR

miércoles, 22 de julio de 2009

A vos no te va tan mal, Gordito

En una pelea donde cuesta encontrar a los buenos, unos muchachos bien alimentados agitaron aún más las aguas de la politiquería local.

Ellos, que trascienden a los gobiernos, no se van a quedar a ver como pasa el tren, es más, ya deben estar arreglando con los que vienen. Ellos son así, “Gordos” sus arreglos, “Gordos” sus bolsillos.

Con el gobierno de capa caída, ya no los representa el camionero que los llevó en el acoplado durante los últimos años. Camionero que tampoco se va a inmolar por un puñado de pingüinos, pero tiene más compromisos.

Verlos da miedo, parecen personajes extraídos de la película Gomorra, que muestra desde adentro la camorra (mafia) napolitana.

Tiene años, décadas y varios gobiernos dominando el sindicalismo argentino. Algunos inclusive sobrevivieron a la dictadura, quizás ahí le agarraron el gustito al “arreglo”. “Si nos salvó la vida, hagamos culto de la tranza”, deben haber reflexionado varios de los “gorditos”.

Desde hace más de 40 años, se pelean y se amigan, se vuelven a pelear y se vuelven a amigar. Pero siempre, caen parados.

Hace unos meses, amagó la Corte Suprema en un paso hacia la democratización de los sindicatos, frustrada en la primera mitad de los 70 (corrió mucha sangre) y con la vuelta de la democracia (13 paros generales). Pero todavía está en veremos. Mientras tanto, estos gorditos no tan simpáticos seguirán apretando, arreglando y transando, como desde hace más de 40 años.

lunes, 6 de julio de 2009

Y ganaron los cowboys

Por Guillermo Gribaudo

Nada más extraño que escribir para un blog, que no solo es un blog, sino que es el blog de un extraño ser que mixturando escuelas y estéticas, nos habla de pasado y presente desde este futuro que llego hace rato, como vaticinara el poeta.

Accedo comprometido solo por la Causa ROMÁNTICA causa en mayúsculas que ciertos trasnochados defendemos a capa, o quizás deba decir Cappa, y espada.

No hay hechos, sino interpretaciones: verdad primaria que guía a todo ser racional.

Hecho incontrastable: un club de futbol salió campeón ganándole a otro club de futbol una justa deportiva. Hecho que nadie podrá modificar de los impresos en los diarios, y según reza este posmodernismo tan argento en el que sólo tiene valor lo nuevo o lo exitoso, hecho que guiara rebaños y afirmara en el todo vale a tantos seres futboleros que no quieren creer en la metafísica implícita de todo devenir, incluido un juego donde veintidós tipos corren detrás de una pelota para jugar por un rato a la guerra (y siempre ganan los alemanes, como dijo Gary Lineker en un memorable interview cuando le pidieron una definición del futbol).

Y ahí, en este juego, los cowboys ganaron de nuevo.

Escondieron la pelota que se usa para ir a jugar, porque no quieren jugar, como cuando éramos chicos y el que no sabia jugar se abrazaba a la numero cinco y no la soltaba, haciendo pucheros, deseoso de jugar a otra cosa, pero no a ese juego que no le parecía divertido como otros.

Y los cowboys también nos enseñaron que los indios son malos, y no importa la manera, basta que los derrotemos: hay que pisarles la cabeza a los indios, o pincharlos con alfileres en los corners, o tirarle tierra en los ojos, o fingir que te hicieron mal y no te duele nada, o vivir levantando la mano para que el juez castigue a un rival.

Y los cowboys ganan de nuevo, porque el comisario, el ayudante del comisario, el alcalde, el caballo del comisario, y hasta el dueño del bar que maneja todo el estofado, son todos amigotes. Y pobre el indio, el indio Cappa que ose increparles que no hay que ser Cagones y que peleen dentro de los limites del campo de batalla, que si hacemos trampa no tiene gracia.

Y los cowboys seguirán ganando todas las batallas, porque si es necesario los cowboys van a festejar el hecho de que un indio este envenenado porque lo engañaron dándole una cantimplora con agua que el indio interpreto como un acto de grandeza del rival el invitarlo a saciar la sed, sin saber el indio, que los cowboys se matan de risa de verlos tambalearse envenenados e intoxicados.

Y yo, que odio los blogs y amo los libros, que sueño con polonesas y músicos que hacen y tocan música y me despierto con la pesadilla real de que la música esta pasada de moda y los cowboys impusieron otra cosa que suena marcial y robótica; yo, que gusto de lo tangible y de las cosas que no se tocan mas todavía, termino escribiendo esta mínima columna para otro de los indios que aún quedan escondidos en algún toldo que el sistema esta a punto de eliminar con su mensaje salvaje, mensaje que llevan y traen estos cowboys que si te pisan con el caballo ni se dan vuelta para ver si respiras.

¿Y Huracán? ¿y Cappa? Es fácil, yo vi jugar a los últimos indios de una época, contare cuando sea un viejito chocho rodeado, aún más que hoy, de cowboys. Igual, como buen indio, sigo esperando que algún flechazo de los nuestros alguna vez aparezca antes del telón negro y del The End, y los que siempre juegan con trampas, esos cowboys que tienen la vaca atada, un día se caigan del caballo.

Ganaron los cowboys amigo, de nuevo. ¿y? Nada va a lograr que tiremos las flechas a la basura y nos pasemos del lado de los buenos.
LOTR.(5/7/2009).

“Yo vi el Huracán de Cappa”

El problema de los sueños es que cuando despertás, se terminan. Algo así me acaba de pasar. Nos acaba de pasar a muchos que sentimos parecido. Vélez hoy salió campeón y nos despertó a cachetazos del sueño eterno que fue Huracán. Los de Liniers, con actitud y más experiencia, se llevaron puestas las buenas y exquisitas intenciones de los Cappa´s boys.

Justo campeón Vélez, tendrá sobre las espaldas una cruz. A este campeonato se lo va a recordar por la belleza romántica que desplegó Huracán durante 18 fechas. Enamorado de su juego, reconozco la grata sorpresa que me dieron los pibes del globo al llevar adelante la utopía de Cappa, jugar lindo y ganar. Lo hicieron. Ellos lo hicieron.

No encuentro antecedentes cercanos a lo que generó el quipo de Parque Patricios. La mayoría jóvenes, “compraron” el libreto menottista, se comprometieron con una idea de jugar al fútbol y la expusieron con brillo, con humildad, con simpleza.

En el juego final no estuvieron a la altura. Pasa, a veces pasa. Cómo exigirles a Bollati, Defederico, Pastore y Toranzo más, si nunca estuvieron en una situación como la de la fecha 19 del Clausura. Es más, ellos compraron el libreto de jugar bien, respetando el juego y el espectáculo. Los resultados, fueron una consecuencia de respetar ese compromiso que allá por diciembre sólo Cappa creía posible. A tal punto lo veía realizable que cuando arregló agarrar Huracán, le pidió al presidente que agregue en el contrato un premio por si salían campeones.

El semestre 09 nos regaló el fútbol de mayor vuelo en años y se lo debemos a Cappa y sus jugadores. Ojo, Vélez y Lanús también jugaron bien, muy bien. Fue un campeonato maravilloso. Pero lo de Huracán es la reivindicación de una vieja lucha, una pelea por defender una idea por encima de una anécdota (resultado).

“A ustedes les falta campito, dan un pase y mirán al técnico. Así nunca van a aprender a tirar una rabona”. Me lo dijo mi viejo cuando tenía más o menos 10 años y jugaba en el baby fútbol. Bueno, a este Huracán le sobró campito y nos llenó los ojos de fútbol, de ilusión, de orgullo y de lágrimas. Van a pasar muchos años, décadas, y en un bar un viejito al escuchar una discusión sobre fútbol se va a acercar a la mesa y en postura desafiante va a decir: “Yo vi el Huracán de Cappa”.

jueves, 25 de junio de 2009

El domingo se vota

El domingo se vota. Ley Saenz Peña. El domingo se vota. El diario de Yrigoyen. El domingo se vota. Se suicida Lisandro de la Torre. El domingo se vota. Perón en Martín García. El domingo se vota. Bombardeo en la Plaza de Mayo. El domingo se vota. Framini ganó pero no asume. El domingo se vota. Cordobazo, Aramburu, Rosariazo. El domingo se vota. Terror. El domingo se vota. Saqueos. El domingo se vota. Robo para la corona. El domingo se vota. Tang tang tang tang tang tang tang. El domingo se vota. Sucesión, reelección. El domingo se vota.

Sí, pese a todo, el domingo podemos elegir, viva la democracia. El domingo se vota.

viernes, 12 de junio de 2009

A nada

El próximo 11 de julio se cumplirán dos años de la última vez que la selección mayor de fútbol ofreció un espectáculo digno de las figuras que integran el equipo.

Luego, jugó a nada. A nada.

El 11 de julio de 2007, Argentina llenó los ojos de fútbol en la semifinal de la Copa América disputada en Venezuela y goleó a México 3 a 0. La formación en esa ocasión fue Roberto Abbondanzieri, Javier Zannetti, Roberto Ayala, Gabriel Milito, Gabriel Heinze, Javier Mascherano, Esteban Cambiasso, Juan Sebastián Verón, Juan Román Riquelme, Lionel Messi y Carlos Tevez. Los goles los hicieron Heinze, Messi y Riquelme de penal.

Hace dos días, la selección perdió con Ecuador y la clasificación a Sudáfrica puede complicarse, si se analiza el fixture que resta: Brasil acá, Paraguay allá, Perú acá y Uruguay allá. Todos son ganables, pero, excepto Perú, todos son perdibles.

Qué pasó desde aquel 11 de julio de 2007. La Argentina cayó goleada por Brasil en la final de la Copa América. Alfio Basile era el técnico. Bajón anímico. Ayala decide no jugar más en la mayor.

Las eliminatorias venían bien, Argentina puntera. Hasta que llegó el viaje a Colombia en noviembre. La selección jugaba mejor que el local e imponía el ritmo de la mano de Riquelme y Gago. Pero a los 24 minutos la cosa cambió en el partido, en la eliminatoria, en Basile, en los jugadores. Tevez entra muy fuerte, se pasa de rosca y ve la roja. Igual el equipo se puso en ventaja a los 36, de la mano de Messi. Pero el jugador de más torció el destino. Colombia ganó 2 a 1 y Argentina perdió su invito en la competencia que te lleva al mundial.

Nuevamente Colombia se convertía en verdugo de una selección de Basile, que como en el 93, le quitó un invicto.

De ahí en adelante, la selección perdió definitivamente el rumbo. Los juveniles ganaron la medalla de Oro en Pekín y el Checho Batista se entusiasmó con calzarse el buzo que todavía ostentaba Basile. La mayor en 2008 empató de local con Ecuador, empató con Brasil allá, empató en Buenos Aires con Paraguay, empató con Perú en Lima, le ganó a Uruguay con ráfagas de buen fútbol y en Chile se inaugura una moda que se hizo costumbre en el primer semestre de 2009: los jugadores boicotean al técnico y Chile gana 1 a 0. Basile deja la selección.

La prensa instala a Bianchi, Russo y Simeone como sucesores del Coco. La medalla dorada lo pone en carrera al Checho, que cuenta con el visto bueno de Grondona, dispuesto a armar con la “generación del 86” un nuevo esquema en los seleccionados. Aparece Humbertito Grondona, hijo de don Julio, y en una sobremesa lo convence al presidente de la AFA. Diego Maradona DT de la selección.

Revolución en el mundo del fútbol. Ese torbellino que fue barrilete se calza el buzo, entre abrazos de osos e interrogantes. No había pasado ni un mes desde su asunción y estalló el primer conflicto, su cuerpo técnico. “Ruggeri no”, tajante Don Julio. A Diego le pusieron a Bilardo, como una especie de ángel guardián de los destinos de la selección. Finalmente, llega a la calma, tensa, pero calma.

Diego debuta, le gana a Escocia. La selección le gana a Francia y listo: Volvimos a ser los mejores del mundo. Gracias Diego.

El séquito de amigos/obsecuentes/periodistas lo colocan a Maradona nuevamente por encima de todo: lee bien el juego, acierta con los cambios, sabe motivar, sólo a él lo respetan. Diego se relaja y suelta la lengua, como siempre lo hizo, frente a las cámaras: “El Riquelme que jugó contra Huracán no me sirve”. Nuevamente, la verborragia lo traiciona y rompe un código fundamental, no habla en la cara, lo dice por TV.

Riquelme, es niño mimado o no es. Mimado y bien físicamente está en la elite mundial. Tratado como el resto, juega como la mayoría, mal. Román, también por TV, le dice chau a Diego y por segunda vez en su carrera, chau a la selección.

Escándalo que tapó hasta la primera derrota kirchnerista, en Catamarca.

La selección de Maradona debuta en la eliminatoria. Locura total. 4 a 0 sin grandes muestras de juego colectivo, pero con algunos destellos quedó holgado el triunfo.

A los cuatro días, la altura comenzó a medir si Diego está a la altura de las circunstancias. “SOMOS LOS MEJORES DEL MUNDO” fue la frase que condenó a los argentinos en todos los aspectos y con ese mote el equipo albiceleste salió a llevarse puesto a Bolivia, en La Paz. Como si fuera la primera vez que se juega allí, los jugadores de Maradona parecen no saber cómo se juega en la altura, quieren correr, quieren meter. A los 15 minutos, no tuvieron más piernas y Bolivia los pasó por arriba. Sin estrategia, sin planificación, sin trabajo (de eso se trata Diego, falta laburo, sobra chamuyo y se nota) Argentina pierde 6 a 1.

Papelón y escándalo.

Viene la seria que terminó esta semana y el interrogante era si Maradona había aprendido la lección. Parece que no cuando se analiza que antes del partido con Colombia, el DT lanza: “Tevez tiene que jugar para que lo compre Real Madrid”. Qué alguien me explique qué le importa eso a Maradona, o por qué debería importarle.

Parece que no aprendió ninguna lección cuando se ve a una selección con el mejor jugador del mundo, según la prensa mundial, jugar a nada contra Colombia.

Parece que si aprendió la lección cuando plantea bien el juego contra Ecuador. Perder ese partido, como el de Bolivia, no es impensado. La altura existe. Lo impensado en este nivel de profesionalismo es que la selección Argentina no tenga una estrategia para jugar a más de 2500 metros de altura. En Quito la Argentina tuvo estrategia y si el penal de Tevez o la pelota de Messi hubieran entrado, quizás la historia era otra.

La selección juega a nada desde el 11 de julio de 2007. Quedan cuatro fechas para conseguir el pasaje a Sudáfrica y el fixture no es alentador. Pero si lo es la calidad de los jugadores argentinos. Que Maradona logre hacerlos funcionar como equipo, es el gran desafío, el gran interrogante.

jueves, 28 de mayo de 2009

Tulumba

Son las siete de la tarde. La luz del día se va yendo y un pueblito olvidado del note cordobés comienza a tomar tonos rojizos.

Tulumba es una foto de un país olvidado, condenado a la limosna. Cruel traición a su historia y su naturaleza. Por allí pasaba el camino Real del Virreinato del Río de la Plata. Por allí pasó gran parte de la historia del país y de América latina.

Hoy está olvidado, mendigando ayuda oficial para ver pasar el día y la noche, como clavado en el tiempo.

Son las siete de la tarde, y entre tonos rojizos que deja la caída del sol, rodeada de calles empedradas y casas viejas que son testigo de una historia que marca a fuego, está la plaza del pueblo.

Son las siete de la tarde y en esa plaza la historia se hace presente a través de un grupo de nenas.

Son las siete de la tarde, en unos días, se festejará nuevamente un 25 de mayo. Un grupo de nenas practica el pericón.

Son las siete de la tarde. Tulumba toma tonos rojizos ante la caída del sol, brindando un marco único donde la historia se hace legado generacional en unas nenas que practican el pericón, preparándose para el 25 de mayo.

Son las siete de la tarde, Tulumba se resiste al olvido.

jueves, 14 de mayo de 2009

El federalismo y la metáfora del fútbol

El encendido conflicto gobierno - campo puso en agenda un viejo e histórico debate que está en las raíces de la identidad argentina: El federalismo.

Unitarios y federales. Las provincias y el puerto. Buenos Aires, la General Paz y el resto. Esta es una vieja pelea que llena la boca de los políticos con promesas pocas veces cumplidas.

Nuestro deporte por excelencia, el fútbol, encubre una fiel metáfora de la relación No-Federal que hay en el país.

La estructura divisional del balompié nacional tiene como máxima categoría a la Primera División, le sigue la B Nacional y luego el mundo futbolístico se divide en dos: Afiliados directos (unitarios) y Afiliados indirectos (federales).

Los clubes que nutren a la B Nacional surgen de dos competencias. La Primera B Metropolitana y el Torneo Argentino A. En la “B Metro” juegan los clubes directamente afiliados a la AFA, que en su gran mayoría son equipos de Capital Federal y el conurbano bonaerense. En el Torneo Argentino, juegan los clubes indirectamente afiliados a la AFA, o sea los del interior (salvo algunas excepciones como Argentino de Rosario) que están afiliados directamente a sus ligas regionales.

Ambas categorías cuentan con las mismas plazas para ascender a la B Nacional: un ascenso directo y una promoción para cada torneo.

La desigualdad está en los números. Sumar los kilómetros que recorren unos y otros es la prueba más testimonial. Es desigual, es injusta. La división Directos - Indirectos es una muestra de un país dividido durante toda su historia.

Cuando las listas de candidatos al Congreso de la Nación, el único lugar desde donde el federalismo puede hacerse realidad, el fútbol nos brinda una metáfora de la República No Federal Argentina.

martes, 28 de abril de 2009

Rebelión en la granja

Antes de morir, Mayor, el viejo cerdo de Rebelión en la grande de George Orwell, les explicó al resto de los animales sus deseos revolucionarios.

Snowball y Napoleón fueron los que más impacto tuvieron de las palabras de Mayor y llevaron adelante la revolución en la granja Manor.

Hace ya unas semanas que el dengue causa estragos en una argentina fragmentada. Tener certeza de la real incidencia del mosquito es sumamente difícil, ya que los intereses políticos en plena campaña electoral y la anuencia hacia un lado o el otro de los medios de comunicación, generó más humo que el que se utiliza para combatir al dengue.

La cuestión es que el diminuto insecto está haciendo estragos, la lista de infectados se agrada geométricamente y lo mismo sucede con las víctimas fatales.

Ayer los medios incorporaron un nuevo tema a la agenda noticiosa: la gripe porcina generó psicosis en todo el mundo.

El resfrío de los chanchos contagió a humanos en México y el mundo globalizado en el que vivimos está alterado. Hipótesis de todo tipo. Cancelaciones de vuelos y hasta predicciones catastróficas ganan la escena.

Me pregunto si chanchos y mosquitos habrán tomado las banderas rojas y negras y salieron a conquistar la granja.

martes, 21 de abril de 2009

Hay ilusión para los paladares negros

“A los que viven el fútbol desde la ilusión y sólo piensan en el resultado cuando termina el partido”. Prólogo de La Intimidad del fútbol, de Ángel Cappa.

El año está difícil para el paladar negro del fútbol. Riquelme renunció a la selección. River mete en su campo a 9 de sus 11 jugadores en la cancha de Boca. San Lorenzo, uno de los mejores planteles de la Argentina está en crisis y eso se traduce en la cancha. Independiente parece que dejó de creer que jugar bien es el camino para ganar.

Venía difícil el año para el paladar negro del fútbol. Sin embargo, siempre una ilusión mantiene la llama del juego corto asociado en busca de orgasmo, el gol.

La luz se hizo en Parque Patricios. Un guerrero ideológico llevó su humilde llama hasta Huracán y en pocas fechas logró lo impensado: QUE LINDO JUEGA EL EQUIPO DE CAPPA.

No tiene ni una figura rutilante cuando uno lee la formación, pero cuando comienza a rodas el esférico, entre De Federico y Pastore, el apoyo de Bolatti y los “laterales brasileros” Araujo y Arano, logran el climax futbolístico. Pases corto, para un lado, para el otro. Una gambeta, se abre un espacio, pase en profundidad, pase por caja.

Huracán gana y pierde, pero cada vez que entra a la cancha llena los ojos de propios y extraños. Pero está ganando más de lo que está perdiendo: EL RESULTADO ESTÁ SIENDO UNA CONSECUENCIA DE SU JUEGO.

En un campeonato donde se dio que un equipo ganó sin patear siquiera una vez al arco (Central le ganó a San Martín de Tucumán sin patear una vez al arco, gracias a un gol en contra, de rebote), ver a Huracán llena el corazón, roba suspiros.

Ante esa loca manía de pedir resultados sin brindar plazos ni medios, Ángel Cappa nos regala un lugarcito para la ilusión. Seguir a Lanús y San Martín de Tucumán, que con proyectos de largo plazo han alcanzado momentos de alto vuelo futbolísticos.

En este año difícil para el paladar negro, QUE LINDO JUEGA HURACÁN.

lunes, 6 de abril de 2009

Poder Eterno

Hoy no es un día cualquiera para Julio Grondona. 30 años atrás iniciaba la construcción de poder más eternizadora del país. Un 6 de abril de 1979, el ferretero de Sarandí tomaba la conducción de la Asociación del Fútbol Argentino.

Justo a pocos días del fallecimiento de Alfonsín, donde la palabra Democracia sonó como hacía mucho no lo hacía, con un sinnúmero de análisis sobre su importancia (algunos profundos, otros oportunistas, muchos de modé). Retomo, justo a pocos días de la muerte del ex presidente, Grondona cumple 30 años en la AFA.

Recuerdo los debates en torno a la reforma constitucional que promovió Menem en 1994, para poder ser reelecto, y una frase me retumba: “El poder corrompe”. De allí la justificación que un presidente no pueda presentarse eternamente como candidato. Luego del Pacto de Olivos, sólo dos períodos y a casa.

Vuelvo a los 30 años de Grondona. ¿No es momento de que la democracia de un paso más adelante y toda la sociedad se democratice y junto con ella, todas sus instituciones?

A la hora de hablar de la democracia, todos se prueban el traje, pero a ciencia cierta, los únicos que tienen limitada constitucionalmente la reelección son el presidente y algunos gobernadores. Me pregunto si acaso la eternización en la AFA, en un Sindicato, en una banca del Congreso no corrompen, siguiendo la justificación del límite a la reelección presidencial.

Grondona, 30 años en la AFA. Moyano, 20 al frente del gremio de Camioneros. Manuel Quindimil, un par de meses antes de su muerte perdió la Intendencia de Lanús luego de 24 años (83 – 07). Gerardo Martínez conduce la UOCRA desde 1990. Los hermanos Rodríguez Saa gobiernan San Luis desde la apertura democrática. Gildo Insfrán es gobernador de Formosa desde 1995.

Son algunos ejemplos. En contrapartida, Misiones le impidió hace 2 años al entonces gobernador Carlos Rovira modificar la constitución para lograr la reelección indefinida. El triunfo del NO en el plebiscito impulsado por el mismo Rovira es una señal positiva.

Mucha sanata sobre la democracia se escuchó con la muerte de Alfonsín. Para que las palabras tengan fundamento, los hechos deben avalarlos. El aniversario 30 de Grondona frente a la AFA puede convertirse en una buena oportunidad para reflexionar sobre los nuevos desafíos de la joven democracia argentina.

miércoles, 1 de abril de 2009

Grandeza en perspectiva histórica


Desde hace un día tengo en mi mente la página en blanco. Llueven ideas para llenarla. Contengo el impulso. Murió Alfonsín, no es menor.

Confieso que la primera impresión que me viene del ex presidente son sus últimas decisiones, por ende, una imagen lejos de la grandeza de principios de los ochenta.

Al enterarme de la muerte, tuve el impulso de cuestionar su investidura con el Pacto de Olivos y el acuerdo con Duhalde en 2002 para reguardar la vieja política. Pero no, me contuve, me di cuenta que era un impulso. Debía analizar su grandeza en perspectiva.

¡La puta, este tipo fue grande! Quizás por eso le achaque aún más sus errores. A los mejores, siempre se les exige más, pasa en todos los ámbitos.

Raúl Alfonsín fue el dirigente más influyente de la Argentina desde 1983 hasta ayer. No tengo dudas de eso. Sus decisiones, muchas para el aplauso y otras para todo lo contrario, influyeron en nuestras vidas como la de ninguno de los otros dirigentes.

Vuelvo a la perspectiva histórica. Si mido su grandeza por pactar con Menem, sería injusto, aunque no puedo dejar de recordarlo. En cambio, y creo que es correcto, prefiero medirlo en su momento cúlmine: 1983 – 1985. Dos años en los que cambió la historia de los 50 precedentes en el país.

Hasta su asunción, había argentinos secuestrados, torturados, asesinados. Un año antes, un grupo de militares delirantes llevaron al país a una guerra absurda, con soldados de 18 años. La política económica de Martínez de Hoz ya hacía un par de años que se partió. Llegó a un país quebrado en todo sentido y en él se monto la mayor esperanza cívica que se conoce por estas tierras.

Un dato, nunca en la Argentina hubo tantos afiliados a partidos políticos como en los primeros años de Alfonsín. Nunca hubo, antes ni después, tanta participación.

Encabezar el proceso de consolidación democrática fue su mayor obra, con el Juicio a las Juntas como pico máximo. Lo opacaron las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. A la distancia, creo que no se animó a profundizar el proceso de justicia del peor período de la Argentina, el que lo precedió. Llegó hasta ahí y no fue poco.

Hacia el final de su Presidencia, el país ya era otro y la Hiper lo sacó del juego unos meses antes. Ya no era su juego.

Tengo en claro que Alfonsín pactó con todos: Carapintadas (Felices Pascuas), Menem (Pacto de Olivos) y Duhalde en 2002. De allí que lo considere el personaje más influyente de los últimos 25 años de la política Argentina. Pero quedarme en esto sería injusto. No puedo obviar que nací con Videla y fue justamente Alfonsín quien encabezó el proceso para que Nunca Más una dictadura nos quite la democracia, nos quite la libertad.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Aparecí mamá

Mamá, por qué te levantás a esta hora, quiero dormir.
Qué son esos gritos, por qué llorás.
Mamá adónde vamos, es hora de dormir.
Qué son esos golpes, me duele mami.

Mamá hace varios días que siempre estás llorando, me vas a hacer llorar a mí.

Mamá tengo hambre, sólo me estas alimentando con un poquito de pan, y está duro.

Mamá tengo frío, que es esa agua helada.
Esas vibraciones me duelen mucho, mami, pero más me duele escucharte sufrir.
¿Por qué te pegan mami?

Mamá, ponete contenta, mañana voy a salir, vamos a estar juntas.
También voy a conocer a papá, me da intriga como será.

Mamá, acá voy, es un ratito, espero no hacerte doler.
Acá estoy mami…

Pero…

Quienes son estos hombres…

Mamá, por qué te llevan.
No te vayas.
Mamá, no me dejes…
Mamá, mamá…
Mamá, no desaparescas...

Mamá, hasta ayer creí que mañana iba a cumplir 30 años.
Pero me enteré que ya los cumplí, hace un par de meses.

Mamá, hasta ayer creí que mi nombre era Daniela.
Pero me enteré que vos querías que me llame Anahí.

Mamá, hasta ayer creí que mi mamá era otra persona. Igual que mi papá.
Pero me enteré que vos y papá están desaparecidos.
Yo aparecí ayer.

lunes, 23 de marzo de 2009

Treinta y tres

Cuando en unas semanas se celebren las pascuas, se rendirá tributo a Jesucristo, que a sus 33 años cumplió su epopeya más recordada: morir y resucitar.

El mismo número de años, 33, cumple la fecha más triste, trágica y horrorosa de la Argentina: el golpe de estado de 1976, el último golpe militar.

Durante estos años que transcurrieron a la toma de poder de la Junta Militar, pasó de todo y la pregunta es: ¿aprendimos? ¿Cuánto?

Seguramente aprendimos mucho. Es dura la construcción democrática y por estos días, la maduración cívica nos pone de frente a un nuevo desafío.

Desde el voto no positivo de Cobos, el gobierno de Cristina está débil, aunque no haya pasado ni siquiera la mitad de su mandato. Y esa debilidad está instalada en los medios, en las charlas de café, en plenarios. Llegando hasta el extremo de estar instalada inclusive en el mismo gobierno.

“Andate Cristina”, dicen algunos carteles en cada protesta agraria. “Yo quiero que se vaya”, me dijo un familiar hace unos días.

Algunos referentes del periodismo aseguran que apenas perdida la batalla en el Congreso por la 125, Néstor le dijo a su mujer que “haga las hurras” y deje la Presidencia que el voto legítimo le legó.

Una democracia otorga derechos, pero también deberes. Eso es el civismo.

Creer que las cosas que están mal se solucionarán volteando a Cristina, es una locura. Tengo la certeza de que si eso pasa, lo que vendrá será peor y llevará mucho tiempo recomponer lo logrado hasta ahora por la joven democracia argentina.

Inclusive en un gobierno como el actual, que tiene una vocación antidemocrática impactante. Que cree que puede borrar con el codo cuanta ley se le ponga en el camino.

Inclusive aún, a ese gobierno con actitud antidemocrática hay que enfrentarlo con más civismo, cumpliendo los deberes cívicos, respetando las instituciones.

El año pasado, una inmensa mayoría descubrió que un senador y un diputado vota para aprobar o no leyes. De pronto supo la trascendencia que tiene una elección legislativa.

A su vez, muchos legisladores tuvieron que representar a sus pueblos, por más que eso los llevó a traicionar pactos políticos. Fue muy trascendente, los senadores del interior se vieron ante la encrucijada de defender los intereses de quienes los votaron o seguir el mandato partidario.

Hace unos días, también supimos que si el Congreso no está equilibrado, la mayoría puede decidir que se discuta o no una ley. Así fue el frustrado intento de llevar la discusión sobre las retenciones al parlamento, donde el oficialismo no permitió el quórum necesario para tratar el tema.

La democracia nos está poniendo a prueba, nos está dando pistas. Para crecer como ciudadanos debemos estar más informados, conocer más, estudiar y sobretodo respetar la ley.

Si hubiésemos estado más informados, seguramente el juego de las dos campanas que implementó el kirchnerismo en cada provincia, acompañando simultáneamente al oficialismo y a la oposición local, se podría haber evitado, descubriendo la real oposición. Sino que le pregunten qué sintieron los votantes de Lavagna cuando a menos de tres meses de la elección nacional de 2007 volvió a pactar con Kirchner.

Mañana es 24 de marzo. Hace 33 años, una junta militar volteaba al peor gobierno democrático, conformando el más horroroso gobierno de facto. El remedio fue mucho peor que la enfermedad. Hoy, la democracia argentina en crecimiento nos pide más participación, más información, más responsabilidad.

Esta nota no la podría haber escrito hace 33 años, por tres motivos: no había nacido, los blogs ni Internet existían y, principalmente, no se podía expresar libremente, no había democracia.
A 33 años del golpe más horroroso, cuidemos la democracia.

jueves, 12 de marzo de 2009

Ha muerto el 10


Es una especie en extinción que desde hace varios años se expresa en una actitud quijotesca de resistencia.

Sucede que el Positivismo ganó la batalla. Desde la revolución industrial para acá, lo bello perdió frente a lo obvio, lo concreto, lo real.

En medio de esta lucha, el hombre que recibió la camiseta de Zinedine Zidane en su último partido, y con ella, la obligación de continuar la lucha, se despidió del fútbol de selecciones.

Juan Román Riquelme ya no jugará para la selección. Su paso cansino que hastía a mucho y su toque mágico que enamora a los román…ticos no tendrán más lugar en la selección argentina.

Más allá de las responsabilidades, cómo pueden ser los caprichos de Román, la envidia o enfrentamientos con otros cracks y compañeros o la incontinencia verbal ante periodistas “amigos” de Maradona, lo cierto es que ya no habrá más enganche en la selección.

Ganó el positivismo, ganó la velocidad, vencieron el 4-4-2 y el 4-3-3. Perdió la pausa. El fútbol dejó de ser el de Alonso, Bochini, Platini, Maradona, Zidane, Zico, Socrates hace mucho tiempo y con Riquelme se va su último exponente. Se va ese momento de reflexión para preparar la puñalada final. Ya no estará. Será difícil volver a ver la locura de Zidane de picar la pelota en un penal… en la final de una copa del mundo. Será difícil ver una pelota en cortada entre los dos centrales. Perdimos, tendremos que contentarnos con sólo ganar.

Cruel casualidad, quizás los dos pies más exquisitos de nuestro fútbol luego de la era Maradona, tuvieron conflicto con la celeste y blanca. Por diferentes motivos, Fernando Redondo y Román no pudieron brillar como en sus clubes y decidieron renunciar a la selección en repetidas oportunidades. Claro está, los perjudicados fuimos aquellos que de los 22 jugadores esperamos algo más que ir para delante y “ganar como sea”.

Cruel paradoja, el día 10 de marzo, entre El 10 y el último 10, terminaron de sepultar al enganche, al 10.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Una vez fue grande


Esta nota está dirigida a niños de 8 a 10 años.

Estoy seguro que no entendiste por qué tu papá te hizo de River. Te arrepentís de no haber aceptado esa camiseta de Boca que tu tío te ofreció y hoy te gasta, se te ríe y nuevamente te invita a cambiarte de club.

Paso a explicarte.

River Plate una vez fue grande. Por eso tu papá sufre. Por eso tu papá no pudo festejar el campeonato que logró el equipo de Simeone y vos sí lo hiciste. Para él es muy difícil aceptar esta realidad. Vos creciste con ella, sufriendo a River. Él no. Por el contrario, casi siempre gozó, y mucho. Vos no sabés lo que le duele al hincha de River ver a su equipo jugar tan mal.

Ahora vos ves a tu tío, festejando los permanentes logros de Boca y no entendés por qué tu papá te privó de esas alegrías, “obligándote” a sumarte a la banda.

Lo que pasa, cómo te dije, River fue grande. Hace 10, 15 años atrás, todos los años River era campeón y, aunque no lo creas, casi todo el equipo de la selección argentina era surgido de sus inferiores o alguna vez había vestido la camiseta con la banda roja.

Sé que no me crees, pero es cierto. Como también lo es que durante mucho tiempo, las inferiores de River eran una cantera inigualable y en cada apertura del libro de pases, no era necesario penar por quién venía a calzarse la camiseta. Con lo que había sobraba para ganar, para jugar lindo a la pelota y para ser campeón.

Estoy seguro que te ilusionaste con Fabbiani. También se que tu papá lo intentó, pero no pudo. Te explico, tu papá tuvo de ídolos al Beto Alonso y al Enzo. Son esos que tienen la cara estampada en una bandera. Tu papá los vio, como también vio en River a Aimar, a Crespo, a Saviola, a Alzamendi, a Caniggia, a Funes, a Ortega cuando no bebía, al chileno Salas…

Por eso tu papá no puede mentirse e ilusionarse con Fabbiani. Tendría que ganar muchísimo para al menos, entrar en una lista como la anterior.

No se si después de leer esto, entenderás porque tu papá te hizo de River. Pero creeme, una vez fue grande.