jueves, 22 de enero de 2009

Walter

Hace unos años, la empresa de telefonía que obtuvo del gobierno del Menem la concesión para brindar dicho servicio de Capital Federal para abajo, festejó su décimo aniversario con un comercial que la agencia de publicidad que lo creó denominó “Walter”.

Walter era un chico al que durmieron a fines de los ochenta en un experimento científico y al despertar, luego de 10 años, sube a un taxi, pide ir por la avenida del desaparecido Italparck y le pregunta al taxista si tiene cambio de 500 Australes.

Durante la asunción de Barack Obama a la presidencia de los Estados Unidos, me pregunté que le pasaría por la cabeza a alguien que se lo haya dormido por 10 años.Hagamos el ejercicio. Al país más poderoso del mundo lo gobernaba en 1999 Bill Clinton y ese año lo sucedería Jorge W. Bush, quién seguiría los pasos de Mambrú y de su padre en eso de ir a la guerra.

En Argentina, el gobierno de Carlos Menem estaba llegando al fin de su segundo mandato. Y aunque por enero del 99 varios releyeron la constitución modificada por el mismo Menem buscando la grieta al tercer mandato del riojano, no lo lograron. A su vez, la Alianza levantaba vuelo y un maquillaje progre le dibujaba la cara a Fernando De la Rua.

Vuelvo a pensar en esta versión de Walter, frente a un televisor de una vidriera de la casa de electrodomésticos que se les ocurra. Imagino su cara al ver los 2 millones de estadounidenses que colmaron Washington para ver la toma del poder por un negro.

Al hacer este repaso, hice el mismo ejercicio poniendo a Walter como espectador de la asunción y reelección del líder obrero Lula a la presidencia del Brasil. O la victoria del indígena boliviano Evo Morales. O la toma del poder en Chile de Michelle Bachelet, quién tuvo que exiliarse durante la dictadura de Pinochet.Imaginé que respondería Walter si le dijera que De la Rua renunció y le preguntara quién tomó el poder. Seguramente, hubiera arriesgado “los militares”. Sin embargo, se resolvió en el Congreso de la Nación. Con cuanto teje y maneje nos podamos imaginar, pero fue en el marco constitucional.

Todo este juego al imaginarme la cara Walter me dio esperanza. Obama representa la esperanza de que algo está pasando, algo está cambiando. La misma la representan Lula, Evo, Bachelet. Los pueblos comienzan a aceptar sus orígenes y lo demuestran en la elección de sus nuevos líderes. Seguramente este puede ser un mensaje optimista el cual puede desmoronarse rápidamente con sólidos argumentos. Como que en los 10 años que “dormimos” a Walter la violencia creció a escala geométrica, que las crisis azotan al mundo y se vislumbran serios problemas en la provisión de alimentos a escala de las necesidades del mundo.

Pero también es sólido que Obama ganó legítimamente. Que su pueblo lo eligió. Y cuando digo su pueblo, es al todo, sin distinción de color, sexo o cuanta diferencia queramos trazar.Quizás mi Walter seguiría sin entender nada, pero seguramente tendría esperanza.


1 comentario:

  1. Es increíble verdad? Cómo puede un sólo hombre despertar tanto entusiasmo, tanta esperanza? Obama me recuerda a Kennedy, y espero que la apariencia sea sólo en sus ideales y no en sus tragedias, como estoy acostumbrado a desconfiar. Quizá sólo sea un hombre con el peso de cambiar el mundo lo antes posible, pero creo que es como tirar una piedra en el estanque, porque sin duda alguna esta renovación se ha ido expandiendo, y todos miran con optimismo que el Imperio haya perdido a su Darth Vader de una vez por todas, y que el Jedi haya retornado. Lo que sí me molesta soberanamente es que los periodistas están preocupados preguntando ¿y que va a hacer con América Latina, porque la anterior gestión nos tuvo olvidados? Que imbéciles. Lo mejor que le pudo pasar a los latinos es que les dieran la espalda y tuvieran que aprender a ayudarse solos. Y así surgieron nuevos líderes y la región progresó moderadamente bien sin necesidad de tanto lazarillo yanki. Con la interminable afluencia de inmigrantes latinos a EEUU, ese país va a terminar siendo, dentro de algunos años, considerado parte de la América Latina. Quien dice, no? Capaz q en algunos años hasta elijan un presidente latino.

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