martes, 6 de julio de 2010

Nos fuimos al descenso

La selección Argentina recibió una paliza de parte de Alemania que no vivía en mundiales de fútbol desde 1974 frente a la Holanda de Johan Cruyff por idéntico resultado: 4 a 0.

La diferencia de jerarquía mostró que la selección no tiene con qué hacerle frente a los mejores equipos del mundo. Así lo muestran los números, que son demoledores. Desde Italia 90, la Argentina no llega a Semifinales de un mundial y desde Ecuador 93 que no gana nada con la selección mayor. Es mucho tiempo.

Talentos y jugadores siempre tuvimos. Repasemos algunas camadas: Batistuta, Redondo y Simeone; Verón, Ortega, Crespo y Ayala; Riquelme, Aimar, Sorín y Saviola; y la actual con Messi, Tevez, Higuaín.

Pero pese a la fábrica de producir varios de los mejores jugadores del mundo, la Argentina defecciona a la hora de la verdad.

La cosa se pone más negra si comparamos la década del 90 con la primera del siglo 21. En Corea – Japón no pasamos la primera ronda. Una catástrofe a nivel resultado. Y tanto en Alemania 2006 como Sudáfrica logramos meternos entre los 8 mejores del mundo y hasta allí llegamos. En los noventa ganamos dos copas Américas y en la década siguiente absolutamente nada.

El período entre el mundial de 2002 y 2006 tuvo a Bielsa y Pekerman como técnicos. Se rompe allí por primera vez la continuidad de ciclos de 4 años que inició Cesar Luis Menotti. En esos años, la Argentina llega con Marcelo Bielsa a la final de la Copa América de Perú de 2004 y cae por penales con Brasil. En el mundial 2006, con Pekerman, pierde por la misma vía con Alemania. En ambos partidos, la selección dominó la pelota y tanto brasileros como alemanes lograron el empate a pocos minutos del final. Entre medio, en 2005, se disputó la Copa Confederaciones, donde Argentina empata con Alemania y pasa a la final en los penales. Con Brasil, fue un 4 a 1 en contra.

Luego de Pekerman la cosa se pone mucho peor. Sin técnico y con amistosos con fines recaudatorios confirmados, Grondona sale a las apuradas a buscar a Basile para que vuelva al banco de la mayor. En el debut, frente a Brasil, cae 3 a 0.

La Copa América disputada en Venezuela en 2007 tuvo la última demostración de buen juego del seleccionado, con destellos de Riquelme y Messi para llegar a la final. Nuevamente con Brasil, otra vez goleados 3 a 0. Argentina defecciona en el juego y en el resultado.

En medio de la eliminatoria hacia Sudáfrica, los jugadores producen un golpe de estado y se va Basile luego de un partido lamentable contra Chile en Santiago. La familia Grondona elije unilateralmente a Maradona para que se ponga el buzo. La euforia dura muy poco y la clasificación al mundial comenzó a tambalear con el 6 a 1 en Bolivia como bochornoso emblema.

Con clasificación angustiante, la selección tiene suerte en el sorteo para la fase de grupos: Nigeria, Corea del Sur y Grecia. La Argentina llega a Sudáfrica con argumentos basados en la fe. Fe con argumentos en Messi y los demás delanteros. Fe en los milagros de Maradona y Palermo.

El técnico demostró que algo aprendió luego de la caótica eliminatoria y paró un equipo que apostaba a sus mejores recursos, los delanteros. Pero nunca logró equilibrar la defensa y el medio campo no generó juego en toda la competencia. Frente a rivales menores, sobró con la contundencia ofensiva. Frente a México, la cosa se puso dura y la convalidación del gol en off side de Tevez abrió el partido y puso loco a los aztecas.

Al igual que en 2006, la Argentina superó a México en octavos en un partido muy difícil y en cuartos toca nuevamente Alemania. Personalmente creía que la selección tenía con que ganar, aunque también podía perder. Luego de la paliza de los germanos en Ciudad del Cabo, vemos que para superar a los grandes equipos, hace falta mucho más que talentos individuales.

Repasemos, entre 2002 y 2006, Argentina llega a la final de la Copa América y pierde por penales con Brasil. Clasifica cómoda al mundial. En Alemania cae con el local también por penales en cuartos de final.

Entre 2006 y 2010, la selección también llega a la final de la Copa América y pierde nuevamente con Brasil, pero esta vez superado y goleado. La clasificación al mundial es angustiante. En Sudáfrica se mete de nuevo entre los ocho mejores, pero cae otra vez con Alemania, pero bailado y goleado.

Luego de años de creernos, al menos yo lo creía, entre las cuatro potencias futbolísticas (Brasil, Alemania e Italia), los números, de la historia y los actuales, nos dejan fuera de ese selecto grupo. La última vez que Argentina le ganó en competencia oficial a uno de esos equipos fue en la eliminatoria al mundial de Alemania, con un 3 a 1 a Brasil en Buenos Aires. Luego de eso, nada.

Nos fuimos al descenso, los resultados lo muestran. Para revertir esto hace falta un trabajo de fondo, donde el técnico es solamente un fusible. Política deportiva, planificación y estrategia. Política de juego y formación de jugadores. Objetivos a corto y largo plazo. La selección Argentina y el Fútbol Argentino tienen que tomar decisiones drásticas y si no lo hace, esto se puede poner aún peor.

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