lunes, 6 de julio de 2009

Y ganaron los cowboys

Por Guillermo Gribaudo

Nada más extraño que escribir para un blog, que no solo es un blog, sino que es el blog de un extraño ser que mixturando escuelas y estéticas, nos habla de pasado y presente desde este futuro que llego hace rato, como vaticinara el poeta.

Accedo comprometido solo por la Causa ROMÁNTICA causa en mayúsculas que ciertos trasnochados defendemos a capa, o quizás deba decir Cappa, y espada.

No hay hechos, sino interpretaciones: verdad primaria que guía a todo ser racional.

Hecho incontrastable: un club de futbol salió campeón ganándole a otro club de futbol una justa deportiva. Hecho que nadie podrá modificar de los impresos en los diarios, y según reza este posmodernismo tan argento en el que sólo tiene valor lo nuevo o lo exitoso, hecho que guiara rebaños y afirmara en el todo vale a tantos seres futboleros que no quieren creer en la metafísica implícita de todo devenir, incluido un juego donde veintidós tipos corren detrás de una pelota para jugar por un rato a la guerra (y siempre ganan los alemanes, como dijo Gary Lineker en un memorable interview cuando le pidieron una definición del futbol).

Y ahí, en este juego, los cowboys ganaron de nuevo.

Escondieron la pelota que se usa para ir a jugar, porque no quieren jugar, como cuando éramos chicos y el que no sabia jugar se abrazaba a la numero cinco y no la soltaba, haciendo pucheros, deseoso de jugar a otra cosa, pero no a ese juego que no le parecía divertido como otros.

Y los cowboys también nos enseñaron que los indios son malos, y no importa la manera, basta que los derrotemos: hay que pisarles la cabeza a los indios, o pincharlos con alfileres en los corners, o tirarle tierra en los ojos, o fingir que te hicieron mal y no te duele nada, o vivir levantando la mano para que el juez castigue a un rival.

Y los cowboys ganan de nuevo, porque el comisario, el ayudante del comisario, el alcalde, el caballo del comisario, y hasta el dueño del bar que maneja todo el estofado, son todos amigotes. Y pobre el indio, el indio Cappa que ose increparles que no hay que ser Cagones y que peleen dentro de los limites del campo de batalla, que si hacemos trampa no tiene gracia.

Y los cowboys seguirán ganando todas las batallas, porque si es necesario los cowboys van a festejar el hecho de que un indio este envenenado porque lo engañaron dándole una cantimplora con agua que el indio interpreto como un acto de grandeza del rival el invitarlo a saciar la sed, sin saber el indio, que los cowboys se matan de risa de verlos tambalearse envenenados e intoxicados.

Y yo, que odio los blogs y amo los libros, que sueño con polonesas y músicos que hacen y tocan música y me despierto con la pesadilla real de que la música esta pasada de moda y los cowboys impusieron otra cosa que suena marcial y robótica; yo, que gusto de lo tangible y de las cosas que no se tocan mas todavía, termino escribiendo esta mínima columna para otro de los indios que aún quedan escondidos en algún toldo que el sistema esta a punto de eliminar con su mensaje salvaje, mensaje que llevan y traen estos cowboys que si te pisan con el caballo ni se dan vuelta para ver si respiras.

¿Y Huracán? ¿y Cappa? Es fácil, yo vi jugar a los últimos indios de una época, contare cuando sea un viejito chocho rodeado, aún más que hoy, de cowboys. Igual, como buen indio, sigo esperando que algún flechazo de los nuestros alguna vez aparezca antes del telón negro y del The End, y los que siempre juegan con trampas, esos cowboys que tienen la vaca atada, un día se caigan del caballo.

Ganaron los cowboys amigo, de nuevo. ¿y? Nada va a lograr que tiremos las flechas a la basura y nos pasemos del lado de los buenos.
LOTR.(5/7/2009).

1 comentario:

  1. jugar con las mejores cartas....
    una metafora del partido en diferido....que lindo........que creemos vivir en vivo...ya te lo dije una vez, mil veces.
    de game is over?.....es el principio quien tiene el poder y el don...quien para saber....

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